El concejal oficialista volvió a proceder con torpeza y cosechó la peor respuesta durante una actividad artística en Salta. Su parla impostada fue despreciada por público.
El sábado por la noche, la obra ‘Made in Lanús’ emocionó al público del teatro ADN (excine América) con una función intensa y conmovedora. Pero la escena final no llegó desde el escenario, sino desde la platea. Cuando los aplausos aún resonaban, el concejal José García tomó el micrófono para anunciar la declaración de interés municipal del espectáculo.
Lo que pudo ser un reconocimiento no se sintió como tal, un intento de aprovechar el momento exhibirse, y la gente reaccionó sin dudar. No hubo gritos ni discusiones, pero sí un mensaje claro, el público empezó a levantarse e irse, dejando al concejal saencista con las palabras en el aire.
Ese silencio, esa retirada, fue más elocuente que cualquier abucheo. Mostró un malestar que ya no se disimula, el cansancio de la sociedad frente a la demagogia política que busca provecho en mérito ajeno.
Lo que pasó en esa sala puede parecer menor, pero dice mucho. Porque hoy la relación entre la gente y quienes los representan está marcada por la desconfianza y la impaciencia. Y ese enojo, hace que todo se vuelva más volátil, ya sea en un teatro en una plaza o en las urnas.