En una reunión cónclave que tuvo lugar anoche, la mesa chica del gobierno municipal analizó el delicado presente político a la luz de un asunto por demás inquietante: los extraños vínculos del actual secretario de Gobierno.
Más de dos semanas de silencio bastaron para que todo tipo conjeturas salieran a luz y aumentaran las sospechas sobre una figura importante de la política local, como lo es el exsecretario de Seguridad de la Provincia y presidente del partido político del Gobernador (Pa.I.S.).
Hasta ayer jueves, Benjamín Cruz, había permanecido callado durante varios días luego de que se conociera una poco clara vinculación con Darío Monges, el hombre que apareció acribillado a balazos. Al parecer, ante tanta presión se decidió que reaparezca en una entrevista en un medio alineado con el oficialismo provincial.
En esa entrevista, si bien se escudó en el secreto de sumario, confirmó que conocía la víctima de un crimen mafioso porque era un “personaje de la política”. Sin embargo, cuidadosamente no precisó si fue él quien dio la orden que permitió el ingreso a la cárcel de Orán a Monges, quien en junio fue a “visitar” al peligroso sicario “Cabezón” Díaz.
Simultáneamente, Ángel Sarmiento, director General de Políticas Penales, sostuvo que tiene pruebas de que el ex secretario de Seguridad Cruz pidió que habilitaran a Monges a ingresar a un penal para encontrarse con un sicario narco.
Como se ve, reina un clima enrarecido en el oficialismo provincial y la mayor tensión se da en el Ministerio de Seguridad. Esa situación es la que se tuvo en cuenta en la mesa chica del bettinismo, donde además de la intendenta, cenaron dos de sus colaboradores más cercanos, en una mesa muy distante de teléfonos celulares para evitar el espionaje remoto.
La presunción de que la situación judicial de Benjamín Cruz podría complicarse y la evidencia de que el oficialismo provincial está enredado en una confusa interna, dejó planteada la posibilidad de una salida a tiempo del actual secretario de Gobierno de la Municipalidad, que, dicho sea de paso, no aportó mucho a la gestión municipal.
En la reunión de anoche, el equipo de la intendenta se tomó como una fuerte señal las declaraciones del Gobernador Gustavo Sáenz en Canal 11 de Salta (Telefé), donde señaló que es respetuoso de la división de poderes y si bien la causa está bajo secreto de sumario “cada uno de los funcionarios debe dar cuenta de sus actos”. Para algunos, esas definiciones resonaron como el anticipo de que pueden soltarle la mano a Benjamín, aunque ello no signifique dejarlo caer al vacío.