El exdiputado Horacio Thomas estima que Salta se pierde de recaudar 10 millones de dólares por mes si hubiera un control y un registro para la comercialización de la hoja de coca.
El conflicto en el norte provincial es mucho más complejo que la simplificación que hizo la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y que fue apoyada por el gobernador Gustavo Sáenz. Ni los bagayeros son todos narcos ni delincuentes. Uno de los puntos importantes que los funcionarios no entienden ni tienen en cuenta tiene que ver con la comercialización de hojas de coca. Al respecto, el dirigente Horacio Thomas, ex diputado provincial, fue consultado por su proyecto del año 2009 que tenía por objetivo el controlar y crear un registro de expendedores de coca.
Según Thomas, autor del proyecto para regular la comercialización de la coca, la iniciativa “tocaba intereses oscuros y que todo se maneja de forma ilegal, tanto el ingreso al país de las hojas de coca como el transporte.
“Acá todo el mundo coquea. Los que coquean lo hacen de forma imaginaria porque acá se permite coquear, pero no que la ingreses”, ironizó.
El oriundo de Metán señaló que “el conflicto con los bagayeros también se dio también en la gestión anterior de Patricia Bullrich en el gobierno de Mauricio Macri. No es así como dice Bullrich que todos los bagayeros ingresan drogas. Estaríamos hablando de millones kilos de droga por día. Los bagayeros transportan otro tipo de mercadería. Alguno puede ser que ingrese drogas, pero la gran mayoría no”.
Thomas describió que es un mercado que mueve mucho dinero y que cuando presentó su proyecto se estableció que la provincia se perdía por recaudar casi 10 millones de dólares por mes: «en ese momento hablábamos de 150 millones mensuales de movimiento en dólares».
Por último, indicó que el problema es de índole legal, porque en Salta se puede coquear pero no está permitida la comercialización.