Con la acentuación de las grietas, desde el oficialismo ya prevén la manera de sostenerse en el poder, tanto en Salta Capital como en el resto de la provincia de cara a 2023.
Si bien falta más de un año para que los salteños regresen a las urnas a elegir a sus verdugos por los próximos 4 años, bien se sabe que las intenciones tanto de Bettina Romero como de Gustavo Sáenz, son permanecer al menos un periodo más en sus cargos. Para ello, la estrategia en 2023 sería un nuevo desdoblamiento de las elecciones, de manera que las aguas queden separadas y así no sea tan evidente que están en el mismo fango todos embarrados.
Hay rumores y varios. Muchos de ellos ya registrados por la prensa política. Según lo que se escucha, no alto y fuerte todavía, los comicios se llevarían adelante en los meses de abril o mayo del próximo año. Así lo indica por ejemplo el periodista Daniel Salmoral en su página web.
“Para quienes abrevan en los manantiales oficialistas, la idea es muy buena porque otra vez le permitirá a los salteños diferenciar la gestión provincial de la nacional y eximirla de la «contaminación» que arrastraría la grieta que ahora es mayor, porque en el oficialismo nacional se abrió un espacio «albertista», enfrentado con el tradicional kirchnerismo o cristinismo”, señala.
“Esta experiencia ya la llevó adelante Sáenz y le dio muy buenos resultados, por eso tendría sentido que ahora, con un escenario nacional mucho más complicado, la vuelva a poner en práctica asegurando así que los salteños/as pongan en la balanza únicamente su tarea en estos cuatro años, sin sentirse «influenciados» por lo que pase con los candidatos presidencial”, acota luego.
Pero además recuerda que “para quienes están en la vereda de enfrente del Gobernador, las elecciones no deberían desdoblarse evitando así un gasto excesivo que, dicen, se podría volcar en atender otras cuestiones, principalmente sociales”.