Durante la campaña electoral todo vale. Bettina, en modo elecciones, increíblemente apareció comiendo pizza en el Mercado San Miguel.
La postal franciscanamente austera, claramente buscó identificar a la intendenta con la «salteñidad», mediante el uso de un lugar gastronómico clásico. «La pizza del Mercado es la mejor de la Ciudad», escribió en un posteo de Instagram.
Lo compartido en sus redes sociales fue tomado con sorna por la platea política. «Se le notan los hilos al montaje de publicidad», comentó un consultor y agregó: «fue un pretexto para mantener presencia en redes muy poco verosímil».
Es claro el exceso en la publicidad de la jefa comunal. Una incontable acumulación de fotos e imágenes dan por resultado una comunicación que no es comunicativa. Mucho menos informativa, ya que información detallada sobre los gastos es lo que menos abunda. Lo visual es inherente al estilo bettinista. Y lo relevante y profundo practicamente inexistente.
Micro- Micro Créditos
En otro ensayo marketinero otra vez Bettina se fue al pasto. Aunque cueste creerlo difundió con bombos y platillos una iniciativa de míseros microcréditos de apenas 10 mil pesos.
La intendenta, en clave cursi, durante la presentación del proyecto destinado a mujeres emprendedoras, expreso “me emociona ver que ponemos en marcha algo inédito, porque nunca hubo un programa puntual de microcréditos en el municipio».
A dos semanas de las elecciones provinciales, cuando prima el propagandismo servicial, poco se cuestionan los motivos y las burlas a la conciencia critica, pero haciendo números con esa cantidad de plata no se paga ni el transporte para un microemprendimiento.
Por poner un ejemplo: con 10 mil pesos solo se puede cargar la tarjeta Saeta por 325 pasajes. Tal vez no se lo tuvo en cuenta pero un emprendimiento serio necesita ampliamente la cifra ofrecida por la jefa comunal.
Hablando de elecciones, su hermano Esteban Romero, quien va al lado de Emiliano Durand para todos lados, y que violó la veda electoral realizando pintadas en la ciudad, cada vez que llega a un barrio lo hace acompañado por un arsenal de asesores. Por supuesto, la prensa con un exceso de positividad, lo acompaña y es notable su presencia digital al igual que la de su flamante acompañante.
En los tiempos del «Me Gusta» y «Me Encanta», corren con ventaja. Eso no se les puede negar.
Por Enrique Briones