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jueves, marzo 28, 2024

Comercio salteño: no pronostican proyecciones positivas

Así lo consideró Ángel Ortiz, secretario gremial del Sindicato de Empleados del Comercio. En vísperas del feriado nacional por el día del empleado comercial, el dirigente conversó con Opinorte sobre la grave situación del sector y reconoció que un bono no alcanza para paliar la pérdida salarial.

El comercio ha sido uno de los sectores económicos más afectados por la crisis económica nacional, dado que al reducir el nivel salarial de la gente, el poder de consumo se redujo drásticamente.

En ese sentido, Ángel Ortiz, dirigente gremial del Sindicato de Empleados del Comercio manifestó a Opinorte que el contexto no parece ser prometedor para el futuro: “Estamos en una situación muy complicada, porque no hay una proyección positiva. No se puede saber, o por lo menos insinuar una expectativa concreta sobre lo que va a pasar dentro de un mes. Estamos en un momento de transición de gobierno y esto también nos pone en un marco de incertidumbre, que afecta toda la actividad económica”.

En relación a la posibilidad de la firma de un decreto nacional para un bono para el sector privado, Ortiz reconoció que es necesario pero sumamente insuficiente. “Se habló en los últimos días acerca de un decreto de un bono. Si fuera tan fácil que por medio de un decreto se pusiese plata en el bolsillo de los trabajadores, sería fantástico, pero no eso no existe. Nosotros no somos una isla, somos un conjunto. Si se otorga un bono, lo que ocurre con las empresas es que están tan desfinanciadas como los trabajadores. Nos pueden dar cinco mil pesos de un bono, pero si estamos ante un gobierno que no sabemos qué hace la próxima semana o hay un espiral inflacionario, es como una gota de agua en una maceta, no la riegan para nada” afirmó el secretario gremial.

“Nosotros necesitamos mejorar los ingresos de los trabajadores, pero también necesitamos que la inflación no sea de la escalada actual. Nos sirve un bono, pero más que eso necesitamos un paquete de medidas económicas y financieras”, remarcó en relación a la situación económica nacional,  que golpea fuertemente a Salta: “es una de las provincias con el mayor índice de trabajo informal o en “negro”. Lo más común es que se tome empleados solo por unos meses, sin estar registrados en ningún lado, y es una de las realidades más palpables de Salta. En Salta Capital, Valle de Lerma, y hasta Cafayate hay aproximadamente entre 14 y 15 mil trabajadores registrados. La informalidad es del 40%, y se profundiza en las zonas periféricas, en los barrios y en los pueblos del interior, donde la registración es exigua.”

“Un trabajador de jornada completa, con sueldo en blanco, está cobrando más o menos 28 mil pesos. Pero, lamentablemente, en la actividad hay mucho trabajo irregular. Esto ocurre cada vez que hay crisis, porque la forma que buscan algunos pequeños negocios es acordar ciertas situaciones irregulares con los trabajadores, para ahorrar una serie de impuestos, sobre todo aquellas presiones salariales que están calculadas en base a lo que pague la empresa al empleado”, dijo, reconociendo que el sector comercial registrar los números más altos de informalidad laboral.

 

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