Los macetones “modelo español” fueron adquiridos por 9 millones 840 mil pesos. En la Plaza Alvarado colocaron algunos de ellos haciendo que la imagen contraste con tachos de basura destruidos.
Un cesto de basura completamente roto y residuos en el piso en primer plano y, de fondo, dos macetones amarillos en la esquina. La imagen es de la Plaza Alvarado y permite ejemplificar la contradicción que existe entre los eslóganes que refieren al cuidado de los espacios verdes y la realidad.
Las fotografías enviadas (ver portada) por vecinos de la zona a Opinorte, además, describen las prioridades de la Municipalidad de Salta: mientras en las calles de la ciudad proliferan los pozos, se invierten millones de pesos en macetas gigantes cuyo único fin es adornar un lugar y con ello, publicitar la gestión, al menos para el afuera.
Los macetones fueron comprados por la modesta cifra de $9.840.000,00 a través de la Licitación Pública N°01/22 de la Oficina Central de Contrataciones y el 18 de julio pasado obtuvo el visto bueno también del Tribunal de Cuentas. Según el detalle del documento, fueron 290 unidades del tamaño 70 x 80 CM y otras 30 de 80 x 90 CM.
Estos macetones son un modelo español que tiene elementos de fijación al piso. Sobre los colores, se detalla lo siguiente: Amarillo fueron 44, Fucsia 80, Gris 20, Rojo 116 y Gris 30. Y con el modelo más grande añadieron 10 rojos, 10 amarillos y 10 gris. Para la contratación, aclararon en el CCM, no se tuvieron en cuenta ofertas alternativas ni variantes
“Realizamos el mantenimiento y la puesta en valor de nuestras plazas históricas para que estén cada día más lindas pensando en todas las familias salteñas. Debemos cuidarlas para disfrutar de espacios verdes y limpios”, había afirmado la intendenta Bettina Romero en febrero del 2021.
Luego de casi tres años de aquella frase amigable con el medioambiente por parte de Romero, muchas plazas de la ciudad continúan en estados deplorables. A ello debe sumarse la situación de las calles que se destruyen al compás de la llegada de las lluvias. Invertir millones en frivolidades como los macetones no debe obturar el trabajo por mejorar las cosas que realmente importan.