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viernes, marzo 29, 2024

Crisis del PJ: todos son culpables menos Urtubey

En en una entrevista televisiva con Mario Peña, el gobernador Urtubey expuso su nuevo y repetitivo discurso  de delimitación con el macrismo pero lo más llamativo fueron sus apreciaciones sobre el PJ.

Urtubey siempre es un hombre recién llegado a la política. Aprovechando su rostro, su cabellera cada vez más oscura y su buen estado físico, se pasea por todos los canales intentando reinventárse una y mil veces como la renovación.

En lo de Mario Peña, no dejó de criticar el legado kirchnerista y los errores del macrismo. También aclaró con mucho disimulo que los números no le dan para presidente. “Todavía no está confirmada mi candidatura”, dijo y agregó que quiere un tercer espacio entre Macri y CFK, centrado en “lo económico”.

Sobre sus logros locales, es claro que mucho no puede ofrecer y su partida del Grand Bourg augura una crisis de sucesión. El mandatario que cumplirá 12 años en el poder, intentó disfrazar los cortocircuitos en la continuidad de su gestión afirmando que él no es “un señor feudal que pueda decidir quién los sucede”.
¿No será que en realidad no hay un sucesor? ¿Y no será esta situación la verdadera consecuencia natural del feudalismo personalista en el PJ? Mientras se escriben estas líneas, la lista opositora de las interinas justicialistas batalla en la justicia electoral para poder ser oficializada.

De las varias postulaciones iniciales, quedó sólo una llamada “Urtubey presidente”… Mientras, y ante la pregunta del conductor  sobre el desbande peronista, el primer mandatario, con cara de póker, aseguró que esta crisis se enmarca “en un contexto internacional de rechazo a las viejas estructuras”. Es decir que su década como presidente partidario no tiene nada que ver con la actual situación del PJ.

Por su parte, la junta electoral, encabezada por Aníbal Anaquin, se ha mantenido en el total hermetismo y no da el brazo a torcer sobre sus insólitas chicanas para mantener a la oposición a raya. Muchos peronistas lo critican por ser representante del macrismo, otros muchos lo acusan de regimentar la vida partidaria y sus elecciones. Pero Urtubey no acusa recibo: culpa al mundo y a pesadas herencias, de las que él nunca fue parte, por los problemas que debe enfrentar la provincia y su partido de gobierno.

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