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viernes, marzo 29, 2024

Denuncian sobrefacturación en la Obra Pública de Tartagal | “Es el negocio de unos cuantos”

El empresario Francisco “Chichí” Esper señaló que el recambio de cañerías que realiza Aguas del Norte y un contratista estaría siendo amañado para cobrar el doble de lo que deberían.

En una entrevista que realizó El Tribuno, el empresario tartagalense brindó una clase resumida de cómo ganar dinero con la obra pública de manera espuria.

A Esper lo presentan como un conocedor de “los vericuetos de la obra pública, cómo es el backstage entre los empresarios que ganan las licitaciones y el sector estatal”. Además en su curriculum está en haber trabajado por años para el sector privado como contratista y también para el sector estatal.

“Estoy indignado. Me cansé de ver estas avivadas. Por eso quiero denunciar que las obras no se hacen para mejorar la calidad de vida de la gente, para que tengan agua garantizada durante todo el año, en especial en los meses de tan intenso calor que soportamos en el norte”, acusó el empresario.

Más adelante indicó que las obras “se hacen mal porque ese es el negocio de unos cuantos, mientras la población se embroma si no tiene soluciones”.

A modo de ejemplo, Esper tomó el recambio de cañerías en una de las principales arterias de Tartagal. Dicha obra la lleva adelante “Aguas del Norte y el contratista un empresario muy conocido que gana muchas de las obras que se hacen en esta provincia”.

Sobre esta obra, indicó que “se cavó pero no se llegó a la cañería vieja, sino que antes de llegar a esa profundidad se colocaron los caños nuevos. Y se cerró, se tapó todo de vuelta. Cuando consulté me dijeron que es así el proyecto”.

Luego amplió: “Lo que corresponde es colocar la cañería nueva, hacer las conexiones a los domicilios y hacer las pruebas hidráulicas para detectar las fallas, es decir, dónde hay pérdidas y recién volver a tapar todo”.

“Es que no se puede poner el caño y tapar y luego volver a facturar para destapar como si fuera concreto, cuando en realidad le pusieron unas cuantas paladas de tierra encima”, manifestó Esper.

En ese sentido precisó la maniobra de la siguiente manera: “Porque con tapar y volver a destapar se factura más que la obra prevista en sí, y es más cara que la colocación de la nueva cañería. Las pruebas hidráulicas para verificar las fallas se hacen a cielo abierto. Nunca se tapa y se vuelve a destapar porque eso genera demoras innecesarias y doble gasto”.

Por último sostuvo: “Los que nos perjudicamos somos los vecinos y los que se benefician son los que facturan el doble por un trabajo que se hace de esa manera a propósito para facturar más, no para solucionar los problemas de la gente. Esos trabajitos terminan siendo 3 o 4 veces más caros y algunos se llenan de plata con esas maniobras. Las obras tienen que ser fiscalizadas por la empresa que hace la contratación, en este caso Aguas del Norte, que es una empresa del Estado provincial”.

 

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