El ministro de Economía salteño y sus pares de otras provincias, analizan una estrategia conjunta ante la inminencia de un default y la urgencia de un reperfilamiento.
La herencia de una deuda cara en dólares que tomó el gobierno de Urtubey para el Plan Bicentenario en 2016, moviliza afiebradas negociaciones con acreedores extranjeros ante el vencimiento de plazos.
El 7 de enero vencía uno de los cupones del Fondo de Bicentenario y Salta no canceló el mismo, por lo cual entró en vigencia el mes en el que se debe acordar el pago o la modalidad del mismo.
La deuda del Plan Bicentenario se tomó en 2016, durante la gobernación de Juan Manuel Urtubey, y ascendió a 350 millones de dólares. De ese monto, sólo se conoce el destino de 70 millones (el 20 por ciento) que ejecutaron los municipios en acuerdo con los legisladores. Del destino de los US$280 millones restantes, sólo saben Urtubey y el exsuperministro Carlos Parodi.
La provincia envió una nota a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires en donde informó que se iba a atener al periodo de gracia para negociar condiciones de la deuda con sus acreedores, se informó hoy.
En la carta, el gobierno salteño señaló que no pagó el cupón de deuda en dólares como consecuencia de los “desafíos económicos” sufridos “desde 2018″ a los que se sumaron los efectos causados por las medidas que se fueron tomando por la pandemia del Covid-19, consignó FM Aries.
La intención del gobernador Gustavo Sáenz es lograr en este período de 30 días un acuerdo final con los acreedores para reestructuración de la deuda total de la provincia en donde se incluya este bono y así evitar la cesación de pagos.
Para ello, esta tarde, a las 17, el ministro de Economía de Salta, Roberto Dib Ashur, se reunirá con su par de la Nación, Martín Guzmán, para delinear un plan de negociaciones con los tenedores de los bonos.