Pensando los pro y los contra del balotaje de noviembre, en la duda de elegir a un hombre que representa el gobierno que no quiero, pero tiene la aptitud de remediarlo y otro sin experiencia, sin aparato electoral ni en Diputados ni el Senado, que rompió con todos, incluyendo al Papa y a la figura de Alfonsín. Milei es una figura nueva que promete lo imposible, pero para millones es una esperanza de que todo cambie para bien de los argentinos. Por Santos Jacinto Dávalos
Creo que es positivo contribuir con el debate, con esta pequeña reseña. Por ello envío la columna.
Massa comenzó su carrera política muy joven, en la UCEDE (Unión de Centro Democrático). Mutó al peronismo, fue jefe de gabinete de Cristina. Fundó su propio partido, ganó la intendencia de Tigre. Nuevamente con Cristina fue Presidente de la Cámara de Diputados, cuya comodidad resignó, asumiendo como Ministro de Economía, en forma esperanzadora. Bajó el dólar blue, subieron las acciones. Y allí se quedó. Aumentó .la inflación. la pobreza y el trabajo informal., disminuyó la desocupación, pero muchísimos trabajadores en blanco, no ganan lo suficiente para no ser pobres. Disminuyó el salario real y las jubilaciones. A la par, creció la sensación de corrupción, pero las balas no entraron en su joven cuerpo, y muy hábilmente fue ungido como candidato a presidente por el oficialismo.
Fue derrotado en las PASO por Milei y cuando se creía que su vida política estaba concluida, resucitó, logrando el apoyo de dirigentes políticos del oficialismo y del movimiento sindical. Con su nuevo armamento, derrotó a Milei, creciendo en forma exponencial, en especial en la Provincia de Buenos Aires. Massa obtuvo el 36% de los votos y Milei el 30%, números gruesos.
Massa es un hombre de diálogo y búsqueda de consensos. Abrió las puertas de su futuro gobierno para todos los argentinos de buena voluntad. Creo que es el único que puede lograr algo similar al Pacto de la Moncloa, para derrotar la inflación y permitir el crecimiento de nuestro País.
Por su parte Milei llega a la final a los codazos. Denuncia, con razón, la ineficiencia y la codicia de los políticos dominantes, a quién engloba como la CASTA. En su camino de romper todo, se pelea con el Papa, y denosta a Alfonsín. Los curas villeros y los radicales se la cobraron y Milei seguirá siendo castigado por estos motivos.
Milei es un showman natural. Encontró una veta para expresarse en la ineficacia y la corrupción. Una vez que hizo base, prometió destruir todas las instituciones que los argentinos logramos construir durante más de doscientos años. No se detuvo a analizar si las instituciones no sirven, o si son los que las conducen los responsables. Solo Milei tiene la verdad. Millones de argentinos así lo creen. Milei no es un hombre de consensos. Sus creencias como su voluntad no se discuten. Macri y Bullrich se alinearon detrás de él, sin condicionamientos. Con una adhesión lisa y llana, como lo escuché afirmar anoche en un largo programa de televisión. Macri y Bullrich, alineados, dejaron de ser la casta. Solo él es el puro. Todo lo demás está manchado, pero esa mancha se borra con la alineación.
Argentina anda a los tumbos, pero aún así, funciona. A Massa se le pueden adjudicar los fracasos, pero su atenuante es que no es el presidente ni el titular del poder político.
Su modelo de país es el actual, pero siendo presidente lo puede transformar. Todo está regulado. El éxito no se premia, Altísimos impuestos que frenan el crecimiento, subsidios, endeudamiento para solventar los planes y los subsidios. Para ganar, comprometió el presupuesto actual y los futuros, con la que denominó Operación Platita Dos. No podemos imputarle la tambaleante inserción internacional.
Con Milei la libertad es absoluta. Un estado mínimo y todo lo demás en manos privadas. La educación, la salud y hasta cierto punto, la seguridad. Todos pueden portar armas, vender sus órganos y tomar cualquier decisión sobre su propio cuerpo. ¿Qué pasará con las campañas de prevención de la salud, como la vacunación universal, si tenemos libertad absoluta? Los derechos tienen contraprestaciones, pero para Milei, la libertad es como la luz.
Ésta es la opción de los argentinos para noviembre. Una forma de gobernar con consensos y otra con adhesiones incondicionales. Massa, con amplia experiencia gubernativa y política y Milei inexperto, pero con aciertos predictivos.
Un Estado intervencionista y protector, que no encuentra el modo de servir con eficiencia y otro a formarse, sin bases sólidas y sin saber cómo lograr libertad, con seguridad. Que incluya a todos los argentinos.
- Por Santos Jacinto Dávalos