Como si fuera una paradoja de la vida en Salta tenemos un Estado real y uno simbólico. El primero es el que debe ocuparse de satisfacer las necesidades públicas con planes, programas, obras, y es el que se manifiesta todos los días en hechos concretos. El segundo es el que dice estar preocupado por los problemas, es más simpático, porque está dedicado a conmover y persuadir. Se trata de un Estado de ficción: un Estado publicitario.
Si tomamos el problema del agua, saldrá a relucir el Estado simbólico el próximo 22 de Marzo. Ese día, en la sede del Copaipa, se realizará una jornada de Charlas Magistrales por el día internacional mundial del Agua, y se la declaró de Interés provincial. La jornada, paradojicamente, la inaugurará el vicegobernador Miguel Isa, quien colocó a la empresa de recolección de residuos que terminó de contaminar el rio Arenales.
Los problemas del agua en Salta se manifiestan por todos lados: la provisión, el saneamiento, el manejo de cuencas, son algunos de los más importantes, y serán tratados teóricamente en la jornada.
Nuestros problemas con el agua son conocidos en todo el país. En los últimos meses, Salta fue foco de atención por las inundaciones en el Norte, y recientemente, un informe del noticiero Telefé Noticias mostró la contaminación cloacal del río Arenales, al que llamó “el verdadero Río Turbio”.
Sería bueno que el Estado salteño aproveche su turismo de reuniones para solucionar sus problemas más acuciantes como el agua, y no para mostrar publicidades que venden una iniciativa estatal que muy, pero muy lejos está de la realidad.
Uno de los problemas más graves que atraviesa nuestra provincia es la falta de suministro de agua. Otro la contaminación de los ríos; tal como quedó dicho son problemáticas urgentes, ya no hay tiempo para seguir debatiendo: es momento de ver acciones de un Estado real.