En el gobierno de Gustavo Sáenz, parece que hay una regla no escrita: nunca se va nadie realmente, solo hacen una pausa para tomar aire antes de volver con más fuerza, y no precisamente para gestionar por los salteños.
Esta vez, el que reapareció por arte de magia es Eduardo Costello, quien hace unos meses nos sorprendió con su renuncia, la cual salió en el Boletín Oficial N° 21819, el 23 de octubre de 2024, un movimiento que muchos no se percataron. ¡Pero no! El buen Costello no podía quedarse fuera de la fiesta saencista por mucho tiempo.
¿Y cómo volvió? Pues con una entrada triunfal, como no podía ser de otra manera: listo para atacar a los más debiles, y apuntar contra los “privilegios” del mundo de trabajo. Después de todo, ¿quién mejor para enseñarles sobre “respeto a la carga horaria” que el hombre que, en lugar de dar trabajar, prefiere hacer turismo en moto por San Lorenzo con el torso desnudo junto a su esposa, Fabiana Avila, la Secretaria de Discapacidad, quien se ha especializado en hacer… nada?
Fue cuestión de días hasta que volvió a la pantalla de Somos la Mañana, el programa financiado con plata de la provincia y el municipio, para aclarar sobre los despidos a docentes. Según Costello, los docentes no podían justificar sus ausencias y, por lo tanto, “se suspendió el pago de sueldos” y posteriormente los rajaron.
Lo que Costello parece olvidar es que la administración de Sáenz es, básicamente, un juego de «quién se va y quién vuelve», y en ese carrusel, los únicos que siempre pierden son los salteños.
De esta manera, volvió aunque el boletín oficial todavia informa que renunció hace meses atrás.