La batalla que está dando la industria automotriz contra una endurecida legislación ambiental en los países centrales, nos sorprende con nuevos hechos espeluznantes, y un nuevo intento fallido por demostrar que se generan nuevas tecnologías más amigables con el ambiente.
El gigante alemán, Volkswagen, vuelve a estar en el centro de la escena, luego de que en 2015, se conociera que había adulterado el software con la que median las emanaciones contaminantes de los motores. Esta vez, no tuvo escrúpulos para medir el impacto de su nuevo motor diesel con pruebas en animales y seres humanos.
Al caso lo revelaron dos diarios de Alemania, Süddeutsche Zeitung y Stuttgarter Zeitung, a fines de enero pasado.
Nuevo Escándalo.
Las pruebas del nuevo motor diesel VW Beetle, se realizaron en 10 monos en un laboratorio de EEUU, y en 25 personas en una clínica de Alemania; consistían en exposiciones a inhalar las emanaciones de óxido de nitrógeno del escape del motor, y fueron financiadas por una Fundación conformada por Volkswagen, BMW, Daimler, y la multinacional Bosch.
El caso generó un repudio público generalizado, pero además, los resultados salieron mal: el nuevo motor es más contaminante que una versión de Ford, de hace 20 años.
Volkswagen, suspendió a Tomas Seg, jefe de relaciones públicas de la empresa, hasta que finalice la investigación, ya que admitió conocer que estas pruebas se realizaban desde 2013. A través de su presidente, Matthias Müller, la empresa calificó al hecho como “lamentable” y si bien se comprometió a no volver a realizar este tipo de pruebas, a la vez confirmó que seguirá invirtiendo en tecnologías diesel.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, calificó al hecho como “injustificable”, y declaró que «Lo que tienen que hacer los fabricantes de automóviles con las emisiones es reducirlas y no pretender demostrar que no son dañinas con ayuda de experimentos con monos y hasta con seres humanos». Esto es a raíz de que el mismo Tomas Seg, admitió que las pruebas se realizaban para contradecir un informe de la OMS que calificó al óxido de nitrógeno como sustancia cancerígena.
Futuro de la Industria.
Estos hechos anticipan un futuro incierto para las automotrices alemanas, ya que en 2020 entra en vigencia una nueva directiva de la UE sobre valores límites de emanaciones de óxido de nitrógeno.
Las automotrices alemanas ocupan 830 mil trabajadores, y fabrican unos 5,7 millones de autos al año, pero la nueva directiva de la UE podría ponerla en jaque, ya que en este tiempo, en vez de investigar nuevas tecnologías se ocuparon de burlar controles e intentar desacreditar informes.
Tras el nuevo escándalo, la ministra de ambiente alemana, Barbara Hendricks, admitió que Alemania no podrá cumplir con la directiva UE, lo que torna inminente que la Comisión Europea demande a Alemania ante el Tribunal de la UE.
Por Luis Segovia