¿Hubo una zona liberada? ¿Fue un auto-robo? ¿ Concretaron el atraco perfecto? ¿Quiénes callan? ¿Qué se oculta? Son algunos de los interrogantes que se desprenden del inquietante caso.
Cuando referentes de Gendarmería informaron ya habían pasado varios días del hecho y eso generó grandes dudas.
La causa penal se conoció en la prensa como un robo millonario a la caja fuerte de un jefe de Gendarmería del Escuadrón norteño. Según se pudo conocer en la caja fuerte había 7 millones de pesos aunque no hay precisiones
No solo eso: la relevancia del atraco se acrecentó con la sustracción de más de 100 teléfonos celulares.
La Fiscalía Federal de Tartagal fue la encargada de iniciar la investigación. De esas primeras indagaciones surgió que los hechos habrían ocurrido durante el fin de semana largo de Carnaval, por lo que por el turno le correspondía investigar a la Fiscalía oranense. Ante ello la causa pasó a esta sede fiscal. El robo, recién, se comunicó el jueves, por lo menos dos días después de haber sido concretado.
Nadie sabe en precisión nada. Según un medio local: “En el despacho del comandante al parecer no solo estaba la caja fuerte también habría estado el arma reglamentaria en un cajón de un escritorio, pero solo fueron por el botín, nada más se habrían llevado”.
Aunque en el puesto más cercano de la comandancia hay varios guardias de noche, esta vez, todos tuvieron permiso para irse a dormir en la sala de armas, dejando el lugar el descubierto.
Un dato para nada menor es que el cerrajero que llegó como a media mañana del día siguienre del robo, “habría notado que la caja no fue violentada, es decir que fue abierta con la llave original o con una llave que tendría la misma combinación que la original”, según un medio del lugar.
Uno de los detenidos que el día después del robo habría salido de viaje a la capital del país, también habría una causa anterior en donde habría sido investigado por la sustracción de armas en un hecho sucedido en dicho escuadrón años atrás.
«A los días habrían pedido la intervención del CIF que solo habría logrado recopilar algunos datos, ya que la zona ya había sido trabajada y al parecer acordonada por la Gendarmeria», señala el mismo medio.
A los 101 teléfonos celulares que por cierto estaban en su caja completos, hay que sumarles otros 10 teléfonos, más los millones de pesos que se podían haber encontrados en fajos de 18 cm de alto en caso de ser de mil y mayor tamaño en caso de ser de menor denominación.
Las cámaras de seguridad de la zona del ingreso al Escuadrón parece que nada habrían visto.
Las pericias a los teléfonos y computadoras secuestradas en los allanamientos podrían arrojar luz a un caso muy poco claro por el momento.