Para 2018 se estima que los aranceles mensuales aumentarán hasta el 25%.
La mayoría de los establecimientos aún no informó las subas a los padres.
Entre 2015 y 2017 la cuota mensual en el nivel inicial de un colegio privado salteño se incrementó en un 328,57 por ciento. El establecimiento educativo ubicado en calle España al 2000 tenía hace dos años su arancel mensual en 700 pesos, el año pasado lo subió a 2.000 y en marzo último, cuando empezaron las clases, a 3.000 pesos.
En un secundario con arancel alto, en el ingreso al barrio Grand Bourg, estudiar en 2015 costaba 3.890 pesos, en 2016 se fue a 5.730 y este año se disparó a 7.650 pesos. En los dos años el costo casi se duplicó. Entre las cuotas bajas, en una escuela de barrio Solís Pizarro subvencionada, en el nivel secundario se pagaba 50 en 2015, luego se pasó a 200 y finalmente a 300 pesos. Un aumento abismal.
La línea ascendente de aumentos se repite en muchos otros casos (Ver el cuadro comparativo de arriba). En el mismo tiempo, la tasa de inflación oficial no superó los alarmantes porcentajes registrados en los costos de los colegios privados. De acuerdo al Indec, el 2015 cerró con una inflación anual del 26,9 por ciento, y el 2016, del 40,9 por ciento. Bastante lejos de los aplicados en la educación arancelada.
Estelita Díaz, una usuaria de la red social Facebook de El Tribuno, resumió la situación en un comentario: “Todos los años es lo mismo. No se trata solo de los gobiernos que pasan ni de los que están. Por ejemplo, en jardín pagué 120 pesos, en quinto año terminé pagando 2.300 pesos”.
Lo cierto es que los padres se sienten impotentes cada vez que son notificados de los tremendos incrementos de las cuotas. Entienden que se debe aumentar, pero piden que estos no sean tan bruscos y que vayan en sintonía con las paritarias salariales de los trabajadores.
Para 2018 los establecimientos privados de la provincia ya están cobrando una matrícula hasta un 40 por ciento más cara que este año y las cuotas mensuales para entonces rondarán entre el 22 y 25 por ciento, según indicó el presidente del Consejo Provincial de Educación Católica (Coprodec), Roberto Suaina. Las subas estimadas están por encima de la inflación proyectada del 17 por ciento el próximo año.
De acuerdo a una normativa del Ministerio de Educación, las instituciones tienen plazo para informar los nuevos valores a los padres y tutores hasta el último día hábil de diciembre. Por lo tanto, en la mayoría de los colegios aún no se dieron a conocer formalmente los porcentajes del incremento, aunque en muchos casos sí se exige el pago de una reserva o la inscripción completa.
Ante este panorama, Carina Iradi, titular de Defensa del Consumidor de la Provincia, había advertido que los colegios tienen la obligación de darle al consumidor la información completa al momento de realizar una reserva. Al respecto, Suaina había señalado que “las subas no vienen de la mano de la inflación sino de la realidad de cada institución”.
Verónica Colque de Salas también mostró su malestar a través de las redes: “Son el extremo de caros, incluso más que la universidad!”, dijo.
La especulación en el arancel
El pago de la denominada “reserva” del asiento abrió el debate. Roberto Suaina, titular de la Coprodec, organización que agrupa a los propietarios de 73 colegios confesionales en Salta, había apuntado en una nota anterior (3 de octubre, página 3) contra los padres especuladores, que inscriben a los chicos en uno y otro colegio, y que la matriculación es una forma de que los adultos se hagan cargo económicamente de la decisión de enviar a sus hijos a determinado colegio.
Al respecto, Carlos, un lector de El Tribuno en su versión digital dijo: “Señor Suaina, debe saber que para que los padres se hagan cargo ustedes deben ser sinceros y dejar de especular. Las familias deben saber con exactitud los valores de los aumentos, de lo contrario no se puede planificar la economía familiar (…) y ajústese a la ley, porque se deben devolver los conceptos por reserva de lugar. Es un derecho de los padres”.
Por su parte, Javier Leites escribió refiriéndose a la especulación: “¿de dónde se agarran para semejante aumento? Si la mayoría de estos colegios están subsidiados por el Estado. Antes se agarraban de que el dólar subía, pero (ahora) esta moneda está quieta”.
La graduación en los privados
De acuerdo a un informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina, la graduación efectiva en las escuelas privadas es muy superior a la graduación registrada en las estatales. En Salta, en 2010, ingresaron a primer año de la secundaria 26.057 alumnos, de los cuales 8.252 (31,67 %) se graduó en 2015. En los privados, de 4.218 se graduaron 3.264 estudiantes, es decir, el 77,38%.
Fuente: Natalia Meja El Tribuno