La cifra es elevada si se compara con otras provincias de la región y la mayoría fueron encarceladas por microtráfico de drogas. Por otra parte, la situación de menores de edad privados de libertad, es acuciante.
En Salta, respecto a mujeres, tenemos una de las tasas más altas de criminalización., tenemos alrededor de 160 mujeres, mientras que, en provincias similares como Chacho, hay 25 mujeres.
La información fue aportada a Opinorte por el abogado especializado en Derechos Humanos, Rodrigo Solá, quien preside el Comité contra la Tortura de Salta.
Indicó que el 80 por ciento de las mujeres en las cárceles, son condenadas por primera vez por delito de narcomenudeo, lo que se conoce como ‘mulas’ y que “en la cadena de comercialización y tráfico de drogas, son las únicas perseguidas y condenadas”, planteó.
“Son mujeres que han sido vulnerabilizadas durante toda su vida, que han sufrido violencia, que tienen una carga familiar muy alta y en algún momento caen en las redes delictivas, nosotros pensamos que ocurre porque no han tenido otras posibilidades por lo tanto son víctimas, pero el sistema judicial las considera como actoras de los delitos y por lo tanto tienen que cumplir una condena”, consideró Solá.
Menores de edad
“La situación de los menores es de edad es bastante delicada, en la Provincia los menores en conflicto con la ley penal, están sometidos a la guardia de los centros de educación especial, bajo la órbita del Servicio Penitenciario, esto se le viene conservando a Salta desde hace muchos años, debería estar bajo la órbita del ministerio de Desarrollo Social, secretaría de la Niñez u otros”, planteó Solá.
Otro aspecto observado por el especialista es que hay niños y niñas de menos de 16 años que no podrían estar alojados en estos dispositivos y en Salta los encontramos recurrentemente, la Defensoría del Niño inició una Acción judicial y se espera una resolución.
“Otra situación delicada es que los menores tienen un tránsito por comisaría de seis horas. La mayoría de estos jóvenes tienen consumos problemáticos, adicciones, entonces tienen recurrentemente ingresos en dispositivos penales, pero es una cuestión de Salud Pública, al no existir una forma de resolver desde el sistema de Salud, hay jóvenes que terminan siendo criminalizados y el sistema penal debe intervenir”, agregó.