La exintendenta de la ciudad prefiere mirar para otro lado y fingir demencia, ante los allanamientos a la finca de su exfuncionario, donde encontraron mercadería y elementos con fines sociales.
La Justicia salteña allanó una finca y un domicilio particular en el que secuestraron mercadería, sillas ortopédicas, calzados y ventanas; entre otros bienes y productos con fines sociales. El principal implicado es Emilio Fayón, expresidente del Directorio de “Pan Solidario – Panadería Social”, quien cumplía esa función durante el Gobierno de Bettina Romero, quien prefiere mantener el silencio ante el escándalo.
Además de Fayón, imputado provisoriamente por peculado, también está involucrado Andrés Nux, otro exempleado municipal. Silvia Varg, exsecretaria de Desarrollo Social, no se presentó a la audiencia y será citada nuevamente para su imputación.
El escándalo trascendió las fronteras de la provincia y muchos medios nacionales se hicieron eco de la situación. Por eso, se hace necesario que Bettina Romero de alguna explicación porque los implicados fueron funcionarios nombrados por ella y los hechos ocurrieron sobre el final de su gestión.
Mientras tanto, la exintendenta prefiere mirar para otro lado, fingir demencia y hacer de cuenta que esto nunca ocurrió. En sus últimas publicaciones Bettina Romero se mostró con su faceta más feminista, brindando charlas y manteniendo reuniones con y para mujeres.