El Concejo Deliberante de Salta no es ajeno a la degradación política que se presenta en Salta y la protagonizan cantantes, caras conocidas o no, pero con escasa o nula formación.
El cierre del año 2024 en el Concejo tuvo nuevamente como protagonista al José García, vicepresidente del Cuerpo Legislativo y referente saencista en el recinto.
Luego de un año en el que llegó a cantar en el recinto sin sentido, pertinencia ni previo aviso, o de hacer un autohomenaje recordando su paso por un reality de TV porteña, fue acusado por uno de sus pares, Pablo López, de amenazarlo con “bajarle los dientes”.
Al parecer a López, converso libertario luego de ser ferviente militante del PRO, lo tienen en la mira, porque un intrascendente edil como José “Lula” Arias, del mismo bloque que García, también salió a cuestionarlo, declarando que “no le bastó con llevarle la cartera todo el año a Emilia Orozco o con chuparle la media a Alfredo Olmedo”.
La réplica de Pablo López no se hizo esperar y en el programa Vermut TV dijo: “hablando de chupamedias, el capaz que se la chupa a José García, porque la realidad que soy parte del equipo de Emilia Orozco y Alfredo Orozco y laburamos”.
“Entre abril y septiembre de 2024 no dijo una sola palabra en las sesiones y en marzo sólo pidió que un expediente vaya a una comisión”, agregó López en referencia a su par “Lula” Arias, quien efectivamente no se caracteriza por su locuacidad, oralidad o capacidad discursiva.
En efecto, Arias a pesar de ser un concejal de precaria o nula oratoria , con dificultades para formular definiciones políticas, tiene como mérito aportar votos al oficialismo saencista a partir listas encabezadas con la cara conocida de José García.
El libertario tardío, por su parte, parece sentirse cómodo con los escándalos que le den visibilidad en redes sociales y se muestra veloz para la chicana.
Mientras tanto, de los problemas de la ciudad, de la necesaria transparencia en la obra pública, de los impuestazos de la actual gestión municipal o del pasivo ambiental de la ciudad de Salta, no hablan ni de un lado ni del otro.