La hija de la ex presidEnta presentó un escrito en la indagatoria ante el juez Julián Ercolini por una supuesta maniobra de lavado
Florencia Kirchner pasó esta mañana por los tribunales de Comodoro Py para prestar indagatoria en la causa Hotesur, como lo hicieron días atrás su madre, Cristina, y su hermano. La hija de la ex presidenta, que llegó pasadas las 9 a Retiro, dejó un escrito en el despacho del juez Julián Ercolini y se retiró.
Florencia pidió ser sobreseída y dijo que nunca participó y que «tampoco» pudo haber intervenido en la supuesta maniobra de lavado de dinero.
«No tomé participación en ninguno de los actos de comercio que, insólitamente, han sido definidos como una maniobra de lavado de activos de origen delictivo. Es más, en la mayoría de las operaciones a las que se hace referencia tampoco pude haber intervenido, pues al momento en que se llevaron a cabo ni siquiera había alcanzado la mayoría de edad», argumentó.
Además, volvió a denunciar «una feroz campaña de persecución política, mediática y judicial». «En este contexto se intenta presentar a la familia Kirchner como si fuera una asociación ilícita o, en términos aún más peyorativos, como una banda criminal», apuntó en su descargo, que fue difundido por la ex jefa del Estado a través de sus redes sociales.
La hija de la ex presidenta llegó a la indagatoria ante el juez Ercolini con sus cuentas embargadas. «En lo que respecta a mi persona, se ha embargado mi salario, fui privada de la administración de todo mi patrimonio, se han iniciado juicios ejecutivos en mi contra por la falta de pago de impuestos que, increíblemente, el propio Poder Judicial me impide cancelar, fui procesada como organizadora de una supuesta asociación ilícita que se habría constituido cuando solo tenía doce años de edad e incluso he recibido intimaciones judiciales que contienen el apercibimiento de ordenar el desalojo del inmueble donde vivo con mi hija Helena», se quejó.
En la causa se investigan supuestas irregularidades societarias y una presunta maniobra de lavado de dinero proveniente de sobornos de contratistas de obra pública, como el empresario detenido Lázaro Báez . Los investigadores judiciales creen que los sobornos se habrían pagado a través de la simulación de alquileres de habitaciones del Hotel Alto Calafate, administrado por la firma Hotesur, de la familia Kirchner.
«Se pretende fundar un juicio de responsabilidad penal en mi contra en base a hechos en los que no participé ni tampoco pude haber intervenido», indicó Florencia Kirchner.
Fuente: LA NACIÓN