La votación del acuerdo entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional dividió aguas en el bloque del Frente de Todos (FDT) y la representación por Salta no fue la excepción, de los cuatro legisladores de esa bancada, dos acompañaron y dos rechazaron el proyecto.
Lejana quedó en la memoria la foto y los afiches en la que Emiliano Estrada y Pamela Calletti (electos en 2021) aparecía como parte de una misma idea. En efecto, quedaron en bandos separados en una de las primeras sesiones desde su asunción. Estrada volvió a confirmar su pertenencia a La Cámpora y Calletti la suya al oficialismo provincial.
Para los diputados de ese sector electos durante 2019 pasó otro tanto, Lucas Godoy acompañó el proyecto y Lía Caliva lo rechazó. Para el primer caso, el diputado nacional que se sumó a las filas del partido Igualar, la votación se explica en el intento de esa “fuerza política” de alcanzar acuerdos con Gustavo Sáenz, mientras que Caliva ratifica su pertenencia a un partido nacional como el PTP-PCR (Partido Trabajo y Pueblo, una reformulación del maoísmo)

El oficialismo provincial, en voz del propio Gustavo Sáenz, fijó una postura en la Cámara de Diputados durante la visita de gobernadores a la Comisión de Hacienda. Allí Sáenz pidió acompañar el proyecto y “no mirar para atrás”.
En el Senado…
Por ahora, Sergio Leavy del Frente de Todos y Juan Carlos Romero del PRO, tienen definido su voto favorable. La senadora Nora Giménez aún resta sentar postura.
En tanto, Nora Giménez también del FdT, aún no definió como votará; esperará a la reunión con el ministro de economía Martín Guzmán y a mantener conversaciones con sus pares.
En el Senado hay un clima tenso a raíz del ataque al despacho de la presidenta de esa Cámara, Cristina Fernández y su posición clara de rechazo al acuerdo.
Habrá que ver hasta qué punto Nora Giménez puede sostener una postura personal o alinearse con el planteo de las autoridades de ese bloque. Lo que está claro es que si el proyecto tiene una votación favorable asegurada, Giménez tendría margen de votar en base a posturas ideológicas y de principios más que por cuestiones estratégicas.