La Policía montó un fuerte operativo de seguridad en la zona de la legislatura provincial para garantizar el tratamiento de la ley antipiquetes.
Desde temprano, se colocaron vallas y se registraron cortes de tránsito en la zona, generando un clima de tensión y críticas por parte de diferentes sectores de la sociedad.
El motivo de esta amplia seguridad se debe a que hoy el Senado provincial sesionará para tratar el proyecto de Ley que regula la protesta, el cual recibió media sanción de la Cámara de Diputados en un intenso debate. La norma todo indica que cuenta con el apoyo del oficialismo, que posee una mayoría de 22 de los 23 senadores, y busca regular el derecho a protestas en la provincia.
Ante esta situación, docentes y personal de salud han realizado una vigilia desde anoche en las afueras del Palacio Legislativo para manifestarse en contra de la iniciativa. Consideran que esta ley limita la libertad de expresión y el derecho a protestar, y temen que se restrinjan sus derechos laborales y sociales.
Por su parte, desde la Comisión de Legislación General del Senado se informó que aún se está evaluando si se trata el proyecto en la sesión de hoy. Se requiere el acuerdo de las dos terceras partes de los senadores para que el proyecto pueda ingresar a tratamiento.
Mientras tanto, hay un clima de tensión y malestar ya que se encuentra absolutamente vallada como si se trataría de una guerra. Es tan desopilante el despliegue que ni en horas tempranas de la mañana ni siquiera el vice gobernador pudo pasar cuando circulaba por Zuviria y Leguizamón.
El vallado y la enorme cantidad de fuerzas policiales de manera excesiva genera preocupación y puede interpretarse como una forma de limitar la participación ciudadana y silenciar las voces disidentes. La sociedad tiene derecho a escuchar activamente las decisiones. Y todo esto evita la participación a la vez que genere desconfianza.