La oficina creada para combatir la corrupción, no aportó mucho cuando se trató de investigar las facturas truchas en la causa Huergo.
Ante la inminente llegada de Pedro García Castiella a la Procuraduría General de la Provincia en reemplazo de Abel Cornejo que se hará cargo del fusionado ministerio de Seguridad y Justicia, vale recordar algunos hechos relacionados al nuevo Procurador.
Una nota publicada por el medio Salta Transparente da cuenta del informe que diera Castiella al Concejo Deliberante de Salta, en 2018, cuando se le pidió que detallara qué es lo que se hacía con la Oficina Anticorrupción, creada por Sáenz al inicio de su gestión municipal y que duró igual lapso, es decir, se dio de baja luego de 2019.
Pero antes de llegar a ese punto, la nota firmada por el periodista Gonzalo Guzmán Coraita, hace un breve repaso de la carrera previa de García Castiella posterior a su paso por Anticorrupción: Luego fue designado como Secretario de Justicia, ya con Sáenz a cargo del Gobierno de la Provincia, para posteriormente ser promovido por el gobernador al cargo de Defensor General. Ahora, un peldaño más arriba, se convertirá en el jefe de los fiscales salteños.
Precisamente en este último punto también se detiene la nota citada, sobre todo cuando señala que ahora Castiella será el jefe “de los mismos funcionarios que deben investigar una de las causas judiciales más escandalosas de los últimos años: La causa Huergo o causa de las facturas truchas, que estalló en el 2019 y que se encuentra hoy paralizada”. Precisamente ese 2019 Castiella todavía estaba a cargo de la Oficina Anticorrupción. “No se conoce, ni tampoco ha trascendido periodísticamente, ninguna participación de García Castiella (…) para coadyuvar en la tarea investigativa iniciada por organismos federales o bien para actuar, en el ámbito de su competencia en procura del esclarecimiento de los hechos investigados”, indica.
Castiella, el austero anticorrupción
Entonces, volviendo al pedido de informe que le realizaran los ediles capitalinos al entonces jefe de la Oficina Anticorrupción. En el mismo, con fecha 22 de junio de 2018 García Castiella señaló que esa oficina “..se ha venido desempeñando con extrema austeridad…con un plantel de empleados reducido y extremando al máximo la austeridad en el gasto.” y que “el actual espacio físico en el que funciona la oficina no es lo suficientemente segura (ni) acorde a la entidad del contenido de sus actuaciones”.
Para ese momento, a dos años de su creación, se desempeñaban en la Oficina Anticorrupción cuatro personas: un secretario letrado, un secretario administrativo y dos empleados administrativos. ”El informe destaca que durante ese tiempo no fue sencilla la implementación de una línea telefónica gratuita para recibir denuncias anónimas y que si bien con el tiempo se implementó, no existió una adecuada política de publicidad de esa línea a fin de incentivar la participación de los vecinos en la formulación de denuncias por esa vía sobre posibles casos de corrupción”, apunta Coraita en su nota.
Luego señala: “A dos años de su creación, según surge de ese informe la Oficina Anticorrupción a cargo de García Castiella tuvo una muy modesta actuación: Durante los dos primeros años de su gestión formuló sólo una denuncia penal ante el Ministerio Público, e inició 46 investigaciones preliminares, de las cuales 7 fueron archivadas, formuló 4 recomendaciones y realizó 2 sugerencias legislativas.
No se dan detalles de la denuncia penal, ni tampoco de las 46 investigaciones preliminares, pero si se informa que de esas investigaciones administrativas, 37 se iniciaron a partir de denuncias de terceros y 9 fueron iniciadas de oficio.