La medición del organismo dirigido por Marco Lavagna no incluye en los montos señalados las erogaciones por alquiler de vivienda ni de expensas comunes, porque no son considerados gastos de consumo.
Los gastos de la Canasta Básica Total (CBT) empleados para medir el límite de la pobreza tuvieron el mes pasado un incremento del 1,6%, en tanto los de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), utilizados para determinar el tope de la indigencia, mostraron un aumento del 2,1%, en ambos casos por debajo del 3% de la inflación que el INDEC reportó para julio.
La diferente evolución de la inflación general, la canasta de pobreza y la de indigencia en los doce meses transcurridos entre julio de 2020 y el mismo mes del año en curso obedece a que los precios de los alimentos básicos subieron más que el resto de los bienes y servicios de la economía.
Los montos requeridos para no ser pobre o indigente en todo el país muestran diferencias mínimas con la medición que en el mismo sentido realizó para la Ciudad de Buenos Aires la Dirección General de Estadística y Censos porteña, que para el mismo período precisó que una familia de cuatro integrantes requirió $66.544 para no caer en la pobreza y $35.540 para no estar en la indigencia.
El organismo de la Ciudad también tiene en cuenta otros estratos sociales, como el de la clase media, para el que se requirieron en julio más de $102.000 pesos.