La tarde del jueves fue bastante fatídica pero ‘a pedir de boca’ para los dirigentes y afiliados a la UCR Salta, tan adeptos a las disputas internas y aferrados a las actas y los sellos.
Una notificación de la policía federal, con móvil y al menos cuatro efectivos de esa fuerza nacional, en la puerta misma de la sede del Comité Provincial partidario, sirvió para que se divulgue la noticia falaz de un allanamiento.
Tal hecho, indignó a la dirigencia y volvió a unir las posturas de los presidentes partidarios a nivel provincial y capitalino, Miguel Nanni y Rubén Chato Correa, respectivamente.
Estos dirigentes se empeñaron en aclarar que se no trató de un allanamiento, pero sí de un trámite ordenado por el Juzgado Federal N° 1 con competencia electoral. Lo que fueron a buscar fueron actas originales mediante las cuales se oficializaron procesos internos.
Interna caliente
Se pudo saber de manera extraoficial, que la intervención federal tuvo que ver con la revisión de la documentación por la cual se dispuso la suspensión y expulsión de algunos dirigentes, la cual se habría consumado de manera irregular.
Uno de los sancionados más notables fue el abogado Luis Zavaleta, quien hace tres años fue candidato a presidente del partido. La cercanía de Zavaleta con el saencismo fue el motivo por el que se tomó la decisión punitiva.
Sin embargo, el propio Zavaleta manifestó que en el partido “hay hijos y entenados” y para afirmar sus dichos apuntó al expresidente de la UCR, Mario Mimessi, a quien definió como el “saencista número uno”. Para ello, no sólo describió la cercanía el intendente de Tartagal con el Grand Bourg, sino también el rol de sus diputados aliándose con el oficialismo y permitiendo incluso que la comisión de Auditoría de Diputados, postule a dos oficialistas.
La enconada interna radical goza de buena salud.