Si un simple dispositivo tecnológico puede detectar por quien vota un ciudadano, se retrocede más de 110 años en Argentina ya que en 1912 la «Ley Sáenz Peña», estableció el voto «secreto, universal (masculino) y obligatorio.
Este video, en el que en un ámbito institucional expone el especialista en informática Javier Smaldone, un activista que denunció reiteradamente la permeabilidad del sistema de voto electrónico, muestra cómo un puntero, puede ejercer presión u ofrecer prebendas a electores, para direccionar la votación en favor de un determinado sector. Además, se pone en evidencia la violacion al derecho de privacidad que tiene un acto soberano como lo es el sufragio y la libre elección de autoridades.
Sucedió en el año 2016, cuando se trataba en comisiones de Diputados de la Nación, el proyecto de voto electrónico, con el impulso de Mauricio Macri y la promoción Juan de Juan M. Urtubey y la entonces secretaria del Tribunal Electoral de Salta, Teresa Ovejero, hoy presidenta de la Corte de Justicia provincial.
Aparato
Con la aplicación de este sistema, se echa por tierra la propaganda al sistema de votación que desde hace más de una década se aplica en Salta, y que afirma que se garantiza la libertad plena en el lugar de votación donde se exhiben todas las opciones y nadie ingresa con el voto en el bolsillo.
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En diciembre de aquel año, Diputados dio media sanción al proyecto de ley para aplicar el sistema de Boleta Única Electrónica pero la iniciativa tuvo un duro revés en el Senado y naufragó sin siquiera llegar al recinto de la Cámara Alta.
Caro…pero no el mejor
Más de mil millones de pesos es lo que le cuesta a Salta contratar el honeroso sistema del voto electrónico, que sólo lo provee una empresa: Magic Software S.A.. Caro y sin garantías mínimas, todo un despropósito. (P.R.A.)