Tras la confirmación de cuatro casos positivos para COVID-19 en la localidad de Orán, se dispusieron todos los protocolos para resguardar a los oranenses, aunque se asegura que no existe circulación comunitaria del virus. El gobernador Sáenz estuvo en la ciudad norteña, mientras que Orán se encuentra aislada y con cierre total de actividades.
Hasta hace una semana, Salta no presentaba nuevos casos de coronavirus, lo que permitió la apertura de varios rubros comerciales. Mientras se transita la fase 4 del plan de contención sanitario, se registraron en un lapso de dos días, cuatro nuevos casos positivos para COVID-19, todos localizados en Orán, una de las ciudades más grandes del norte provincial.
La preocupación y enojo de los lugareños fue en aumento, y devela, en gran parte, la ineficacia de los controles y de la falta de test a quienes ingresan desde provincias vecinas. Si bien el servicio de transporte está caracterizado como una actividad esencial, lo sucedido en Orán muestra que se deben redoblar los controles a quienes circulan de manera interjurisdiccional. De momento, las autoridades han decidido regresar a una cuarentena estricta.
El caso del hombre de 25 años que viajó por trabajo, abre el alerta, nuevamente, sobre los controles que efectivamente se hacen en Salta entre quienes ingresan y salen de la provincia para repatriarse o trabajar. Al parecer no existe un seguimiento de los repatriados que ingresan a Orán y la mayoría de personas son enviados a cumplir la cuarentena en sus casas, lo cual teniendo en cuenta los problemas habitacionales de Oran no parece ser lo mejor.
Por su parte, el ministro de Gobierno, Ricardo Villada, dijo estar preocupado por la situación de Orán e instó a que las personas deben cumplir con el aislamiento preventivo. No obstante, más allá de que los ciudadanos tienen una responsabilidad frente a la pandemia, no puede dejarse al azar o a la buena voluntad de las personas el cumplimiento del aislamiento. En ese sentido, es necesario que la cuarentena sea realmente estricta y que los canales de flujo cuenten con mayor cantidad de controles y test, la única forma al momento de poder combatir el virus aún sin cura. Sin un lugar establecido para hacer la cuarentena es imposible que prospere la tranquilidad.
El panorama obliga a las autoridades municipales y provinciales a adoptar medidas más estrictas de control entre los pasos entre provincias, pero también interlocales. Ya habían sido cuestionados la cantidad de viajes de repatriados, aunque en sí mismo, el problema radica en efectivamente lograr el aislamiento de quienes proceden de zonas de contagios. Multiplicar la cantidad de tests y controlar a todos quienes ingresan a la provincia obedece al interés mayor de la salud pública y no puede, como sucedió con políticos salteños, permitirse amiguismos políticos, porque está en juego nada menos que la vida de los habitantes.