Los debates en torno a la edad jubilatoria están a la orden del día. En un reportaje publicado por El Cronista el pasado 27 de noviembre, el economista de Oxford David Hendry propone indexar la edad jubilatoria “a la edad a la que la gente fallece”.
Por caso, y si la esperanza de vida es de 70 a 75 años, el académico pide que la jubilación sea a los 80.
Hendry funda su propuesta en un concepto que comparten los economistas : una mayor esperanza de vida obliga al consiguiente aumento de la edad jubilatoria, so pena de que el sistema previsional con una relación entre pasivos y activos cada vez más elevada termine quebrado.
En esta línea, los números del sistema previsional dependerían solamente de una variable fisiológica.
Varios aseguran que la actual reforma previsional acentuará el vaciamiento de la ANSeS, al volver a bajar los aportes y al decretar un indulto definitivo a los evasores empresarios. Para compensar esta merma de ingresos, se ha dispuesto la extensión supuestamente “voluntaria” de la edad jubilatoria a los 70 años, la modificación negativa de la movilidad de los haberes y una escalada contra los llamados regímenes previsionales especiales, que sólo tienen de “especial” -como ocurre con la docencia- la pretensión de acercar la jubilación al último salario percibido.