Mientras el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, lanzó una campaña que reconoce la mitad del viaje, hotel y consumos —para que la plata quede girando en su propia provincia—, en Salta seguimos se ignora monumentalmente al salteño común.
No hay “preventa local” ni cuotas sin interes. Nada. Solo precios que estrangulan: hoteles que valen más que cualquier sueldo medio, excursiones pensadas para extranjeros, y un Estado que ve pasar el tren del turismo sin intentar alcanzarlo.
En la mencionada provincia, te devuelven parte de lo que gastaste, y esa plata sigue girando en la región..
En cambio aquí, el salteño paga el doble una docena de empandas y nadie le devuelven ni el costo del ají picante. ¿No hay gestión? ¿O simplemente se sabe que el salteño está condenado a quedarse en las periferias porque “así es el turismo”?
En tiempo de turismo a la baja es necesario que se desarrollen politicas inteligentes y con corazón local. Pero aquí todo es discurso vacío.Mientras Quintela asegura que “te devolvemos parte de lo que gastás para que la plata se quede”, Salta no pone promo, ni reintegro, ni siquiera una cuota sin interés. Todo cuesta más, todo es más caro, y nada está pensado para su propia gente.