Tras meses de puesta en valor, la emblemática Casa Histórica de Tucumán reabrió al público el pasado 27 de diciembre con un renovado guion museográfico que busca reposicionar a ese espacio “como una institución viva y actualizada” y resignificar el proceso independentista incorporando problemáticas que fueron invisibilizadas, como pueblos originarios, infancias y género.
Además del guion y la mirada museográfica, se llevó adelante un reacondicionamiento edilicio y tecnológico, que supuso una inversión de aproximadamente $62 millones, informó el Ministerio de Cultura de la Nación.
Para eso, se incorporaron problemáticas que solían permanecer relegadas de la historiografía oficial, como el lugar y rol de afrodescendientes, pueblos originarios, mujeres, infancias, esclavitud, sectores populares y servidumbre.
El público podrá recorrer la exhibición principal curada por Valentina Mitrovich y Juan Pablo Bulacio: seis salas “completamente renovadas y equipadas”, de las cuales cinco están destinadas a la historia del proceso de la Independencia y la sexta se utiliza para recibir a las escuelas y familias visitantes.
Otra de las novedades de este renovado Museo Nacional de la Independencia es su accesibilidad, ya que se incorporaron recursos inclusivos, desde una rampa hasta guiones en braille y macrotipo, como dispositivos de audio.