Alejandro Vandenbroele habló por primera vez con los medios para defenderse de las acusaciones vinculadas a su participación en el Programa de Protección de Testigos y a un supuesto pago para inculpar con su testimonio al expresidente Amado Boudou.
Vandenbroele negó haber recibido un hotel como parte de pago para su declaración: «Es mentira que me pagaron para que convirtiera en un arrepentido y declarase en contra de Boudou. Si alguien me pagó fue ese grupo de Boudou, de Brito [por Jorge, dueño del Banco Macro] y de Insfrán [por Gildo, gobernador de Formosa», dijo al diario La Nación.
«Ellos fueron los que me pagaron durante años para que me quedara tranquilo», insiste. «Hasta que dije ‘basta’, con el apoyo de mi familia. Pero ahora dicen que me ‘compraron’ para atacarme, pero en realidad para atacar el régimen del ‘arrepentido’ en general», afirma, mientras insiste con que «lo que circula es falso», agregó Vandenbroele.
«Nadie me pagó para que confesara, ni me coaccionó para que declarase lo que dije ante la Justicia», dijo el testigo arrepentido, acusado de ser testaferro de Boudou y José María Núñez Carmona.
El sitio El Destape publicó una nota titulada “El macrismo le puso un hotel boutique a Alejandro Vandenbroele, arrepentido clave para condenar a Amado Boudou”, que incluía documentación que acreditaba que el arrepentido había solicitado 1.500.000 pesos al Programa de protección de Testigos –que depende del Ministerio de Justicia- para un emprendimiento productivo y que había recibido parte del dinero solicitado.
De acuerdo a la investigación periodística y a la documentación invocada, el arrepentido Vandenbroele habría solicitado los fondos para un desarrollo turístico identificado como Posada La Masía en la provincia de Mendoza el 24 de agosto de 2018, días después de que fuera condenado Boudou.
Sobre esa acusación, Vandenbroele dijo a La Nación: «No es un hotel, es una posada. No es lo mismo. No puedo dar precisiones porque estoy sujeto al régimen de confidencialidad como testigo protegido, pero sí puedo decirle que al entrar a ese programa, tuve que dejar de trabajar por razones de seguridad y está previsto por ley [mientras remarca «la ley»] que a cada protegido se le asigne una suerte de ‘mensualidad’ para mantenerse, primero, y para reinsertarse en la sociedad cuando el régimen se flexibiliza. ¿Y quiere saber algo más? Desde mediados de 2019 dejaron incluso de girarme ese dinero».
Por el caso Ciccone, Boudou fue condenado en agosto de 2018 a cinco años y 10 meses de prisión, acusado de haberse quedado con la calcográfica Ciccone a través de testaferros, mientras que Vandenbroele recibió una condena de 2 años en suspenso.
