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viernes, septiembre 12, 2025

Sicarios ejecutaron a tiros a la mujer de uno de los capos narco de Salta

Era la esposa de René “Manudo” Guzmán, jefe del cartel del Valle de Acambuco. Fue acribillada de cinco disparos en el interior de una casa en Bolivia.

Dos meses después de dejar el país en busca de tranquilidad, Daniela Soria, de 27 años de edad y esposa de René “Manudo” Guzmán, el jefe del cartel del Valle de Acambuco, fue encontrada muerta en el interior de su casa en Bolivia. Ya se habla de un ajuste de cuentas por la actividad delictiva de su pareja.

La joven vivía cerca de Yacuiba, Bolivia con su pequeño hijo de un año y su hermana de 16, posiblemente buscando un poco de tranquilidad. No tenía condena ni antecedentes delictivos, pero su relación con el capo narco –que está preso en el penal de Ezeiza desde abril de 2023 y próximo a ser juzgado– la colocó en una situación de riesgo extremo.

El hecho sucedió en la noche del miércoles 23 de abril: sicarios entraron a su casa y la mataron de cinco disparos en su habitación, cuando estaba recostada con su hijo, que por milagro sufrió apenas el roce de una bala en uno de sus pies. En la escena, la División de Homicidios del vecino país halló seis vainas servidas calibre 9 milímetros.

Los efectivos bolivianos que llegaron hasta el lugar encontraron un arma de fuego en la parte superior de un ropero, lo que expuso el temor que tenía la mujer.

El coronel Mirko Bustos, comandante de Frontera Policial de Yacuiba, reveló que Soria estaba en el piso de la habitación, en posición “decúbito dorsal y a la altura de la puerta”. La casa en la que estaba viviendo era de sus padres y ella estaba también con su hermana de 16 años.

El cuerpo fue trasladado a la morgue judicial del hospital Rubén Zelaya, donde se realizó la autopsia, que determinó que la mujer del capo narco falleció a raíz de shock hipovolémico producido por el disparo de un arma de fuego.

Sobre las hipótesis, reconoció que están “realizando todas las investigaciones pertinentes, una de ellas sería un caso relacionado al narcotráfico”. No obstante, aclaró que están recabando “testimonios y verificando otros elementos necesarios para poder llegar a la verdad”.

Manudo es una figura central en el narcotráfico del norte argentino. Nacido en Acambuco, cerca de la frontera con Bolivia, su historial delictivo comenzó a temprana edad. A los 21 años, ya acumulaba más de veinte denuncias por delitos como amenazas, secuestros, privación ilegítima de la libertad y coacción. En 2011, fue recapturado tras una fuga y enfrentamiento con la policía, lo que evidenció su peligrosidad y conocimiento del terreno.

Con el tiempo, Guzmán ascendió en el mundo del narcotráfico, convirtiéndose en el líder del Cartel del Valle de Acambuco, una organización criminal transnacional que operaba en Tartagal y extendía sus actividades hacia Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe. Utilizaban camiones de carga, como los de porotos y bananas, para ocultar grandes cantidades de cocaína destinadas al Mercado Central de Buenos Aires y otras zonas del país.

La banda contaba con una logística sofisticada, incluyendo mapas detallados de rutas, puntos sin señal y posibles controles de Gendarmería. Y tenían varios métodos para introducir la cocaína en Argentina.

Desde vuelos clandestinos con avionetas que partían desde Bolivia y arrojaban cargamentos en campos de Santiago del Estero, hasta por vía terrestre en camiones que llevaban productos legales. El destino final de la mayoría de los cargamentos era Buenos Aires.

El 7 de abril de 2023, Guzmán fue herido y detenido tras un enfrentamiento con Gendarmería en el paraje Cruz Bajada, Santiago del Estero. Incautaron armas de fuego, chalecos antibalas, teléfonos satelitales y un kilo de cocaína. Veinte días antes su organización había sufrido un golpe muy duro: el secuestro de 427 kilos de cocaína que estaban ocultos en un camión de porotos que fue interceptado en la autopista Rosario – Buenos Aires, a la altura del peaje de General Lagos.

A pesar de su detención y reclusión en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, Guzmán siguió dirigiendo las operaciones desde la cárcel. En diciembre de ese mismo año, hallaron un cargamento de 56 kilos de cocaína oculto en un camión de bananas.

En marzo pasado, el juez federal de Santiago del Estero Sebastián Argibay lo envió a juicio por el enfrentamiento y el secuestro de droga en el que terminó detenido, y luego deberá enfrentar varios procesos más en Salta.

Si bien este crimen fue perpetrado en Bolivia, la situación da cuentas del poder que siguen teniendo las bandas narcos en la frontera con Bolivia, dejando en claro que el mentado Plan Güemes impulsado por Patricia Bullrich y Gustavo Sáenz, en realidad, es una pantomima y un show para los medios de comunicación amigos.

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