La canasta que mide la línea de pobreza, subió 6,3 % en abril y la canasta de indigencia se encareció un 7,3 %.
La canasta que mide la línea de pobreza, que no incluye el pago de un alquiler ni expensas, subió 6,3 % en abril y llegó a $ 203.360,69 para una familia de cuatro integrantes, en tanto que la canasta de indigencia se encareció un 7,3 % en el mismo mes alcanzando a $ 94.148, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Con la inflación, un ajuste silencioso, cada vez más familias trabajadoras no llegan a fin de mes y un tercio de los menores de 17 años tienen privaciones alimentarias, según un informe de la UCA.
La Canasta Básica Total- que incluye la Canasta Básica de Alimentos (CBA) más bienes y servicios no alimentarios como vestimenta, transporte, educación, salud, entre otros, pero no alquileres ni expensas – subió 6,3 % en abril y se ubicó en $ 203.361 para un hogar de cuatro integrantes (dos adultos y dos menores).
Este es el umbral que el Indec utiliza para la medición de pobreza, que tuvo un salto de 113,5 % en el último año.
Por su parte, Canasta Básica Alimentaria (CBA), que determina el umbral de la indigencia, se incrementó 7,3 % mensual, por encima de la CBA. De esta forma, una familia de cuatro integrantes precisó $ 94.148 para no ser indigente. En el último año, esta canasta de bienes tuvo una suba de precios 121,4 %, afectando principalmente a los sectores de menores ingresos y a las niñas y niños.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) marcó un elevado 8,4 %, el nivel de inflación mensual más alto desde el abril de 2002, cuando tras la salida del Plan de Convertibilidad y la mega devaluación de Duhalde había tocado b. Igualmente, en abril de este año el rubro de Alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo un salto de 10,1 %, arrastrando al alza a ambas canastas de indigencia y de pobreza.