Los medios hicieron hincapié en el aumento del boleto que sufrirán los capitalinos: un terrible golpe que llevará el colectivo a 26 pesos a fin de año ¿Pero qué pasará con las localidades del Valle de Lerma?
El aumento del boleto de Saeta de a poco va despertando repudio entre la población. Con aumentos salariales paupérrimos, en una provincia que es capital del trabajo en negro, ahora se pagarán servicios prohibitivos. No solo los capitalinos recibirán un tremendo golpe a su bolsillo, se sentirá aun más en el interior.
Por ejemplo: Rosario de Lerma empezará el año pagando $26,97 y cerrará diciembre de 2019 en $46,76. Un promedio de 1,8 pesos de aumento por mes. Quiere decir que un pasajero de esta ciudad- que trabaja en Salta- deberá contar con 1300 pesos para viajar durante enero. En diciembre destinará $2500. Eso si es que viaja una sola vez por día.
Chicoana la pasa peor: arranca el año con un boleto a $36 y lo cierra en $62,47. Los chicanenses deberán destinar $1900 en enero y a fin de año $3300. Misión imposible.
Quijano cerrará 2019 con boleto a $42, La Merced a $36 y El Carril a $52. Quiere decir que los pueblos más alejados se llevan la peor parte y, por lo general, tienen trabajos de pésima calidad en la capital, con aumento que de acuerdo a la pauta estatal no superará el 25% en el mejor de los casos.
Es un golpe al bolsillo que tiene aroma a inviabilidad ¿podrá el Valle de Lerma soportar este peso o reaccionará? Urtubey, mientras tanto, parece haber optado por terminar su mandato pasándole la factura a los salteños más desprotegidos mientras él se lanza a la campaña nacional. Nada bueno puede salir de esta medida terriblemente dañina para el valle.