Conocida la asombrosa noticia sobre el no funcionamiento del Centro de Diálisis de Cafayate, inaugurado en mayo de 2023, el presidente de la Asociación de Diálisis de Salta y Jujuy, Mario Espeche, reprochó la política sanitaria de la Provincia por la improvisación en la temática y la falta de una articulación necesaria.
En dialogo con radio Infinito965, el medico nefrólogo Mario Espeche, quien preside la Asociación de Diálisis de Salta y Jujuy, analizó la complejidad del tratamiento y la cobertura disponible en el interior de la Provincia. En tal sentido, confirmó lo manifestado recientemente por el diputado Patricio Peñalba, quien indicó el Centro de Diálisis de la Provincia, que se inauguró en mayo de 2023, en el hospital modular, sigue sin funcionar.
“En el año 2009 se inauguró el primer Centro de Diálisis de Cafayate, dando cobertura a la gente de la zona inclusive hasta de Santa María Catamarca que antes tenían que ir a Tucumán o a Salta viajar tres veces por semana para mantenerse vivos y en el año 2014 se inauguró la unidad de diálisis frente al Hospital de Cafayate, una unidad modelo un lujo y un orgullo poder haberla construido con las característica y la calidad que requiere una unidad de este tipo”, comentó Espeche, indicando además que es titular de ese centro privado.
El profesional cuestionó que el centro de diálisis provincial se haya montado en un hospital modular que quedó de la pandemia, debido a que un establecimiento para una práctica semejante tiene requisitos de altísima complejidad y de ultra superior calidad, lo cual parece explicar el porqué todavía no funciona a más de un año de su inauguración.
Localización y calidad
Espeche no solo observó los déficits estructurales por lo que no puede funcionar el centro provincial, sino que además, cuestionó la localización del mismo en Cafayate, teniendo en cuenta que desde el Centro Privado se brinda cobertura a la demanda desde hace varios años y que hay otros puntos de la provincia, como Cachi o Joaquín V. González, que no cuentan con ningún tipo de cobertura, ni privada ni pública.
“Es una cuestión de prioridades, de sentido común, poner otro hospital San Bernardo al frente del San Bernardo no sería una idea auspiciosa. Obviamente que hay escasez de recursos en absolutamente todos los lados, pero aventurarse con algo tan complejo como la diálisis, no es sencillo, los recursos humanos son escasísimos y nosotros creemos que lo de Cafayate no fue una idea feliz por parte del Estado”, señaló.
Además, indicó que un emprendimiento estatal “debería ser algo igual o mejor que el de la parte privada, porque los pacientes se merecen eso, igualdad y calidad de tratamiento en todos los lugares”.
“Un puesto de diálisis es una unidad que está compuesta por un sillón en donde se sienta el paciente tiene que tener cierta característica y la máquina de diálisis para poder realizar la tarea, pero lo trascendente es lo que no se ve en las fotos, por eso tenemos que bregar y trabajar para obtener calidad de agua, la que se provee es en algunos casos de malísima calidad lo que hace muy dificultosa la tarea”, especificó.
En relación al tratamiento, agregó que “no tener una calidad de agua significa problemas serios, ultra serios y crónicos para los pacientes, eso es muy difícil de lograr, hay que hacerlo con mucho conocimiento técnico y con una inversión realmente muy importante, por lo que nosotros esperaríamos que de ser valorados”.
Urgencias sanitarias pero lentas liquidaciones
“La urgencia que necesita el ser humano va más allá de si tiene obra social o no, igual nos hacemos cargo nosotros y luego a través del Ministerio de Salud o de Incluir Salud, pero siempre tenemos problemas para el cobro a pesar de que desde hace 30 años que se vienen realizando las diálisis”, remarcó Espeche.
El profesional advirtió que recién a principios de mayo la Provincia les pagó las prestaciones de diciembre de 2023, lo cual implica un retraso pernicioso debido al constante incremento de costos, la inflación y al hecho de que la mayoría de los insumos que se utilizan son importados.
En este cuadro, la política sanitaria provincial evidencia notorias deficiencias administrativas, organizativas y financieras y se muestra incapaz de articular el sector público con el privado.
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