Mucha tela para cortar dejó la media sanción en la cámara de Diputados del proyecto de ley conocido como Pacto Fiscal y que entre otras cosas sube las alícuotas de ingresos brutos. Los cuestionamientos no se hicieron esperar y fueron los empresarios los quienes pusieron el grito en el cielo puesto que el aumento de la presión fiscal.
Así las cosas, cámaras empresarias esgrimieron un documento en el cual señalan que el incremento de las alícuotas de actividades económicas (ingresos brutos) en distintos rubros generará una caída en la economía, afectará la producción y la competitividad, fomentará la informalidad y repercutirá en los precios que pagan los consumidores finales.
Cabe señalar que el incremento de la alícuota del impuesto a las actividades económicas, en algunos casos llega al 200 por ciento.
El comercio que hoy tributa una alícuota del 3,6 por ciento pasará a tributar un 5 por ciento desde el próximo año.
En la construcción, en tanto, el salto será del 1,5 al 3 por ciento en 2018.
Referentes de la actividad primaria y la industria, que hoy están exentos de ese impuesto, hicieron notar que se establece para esos sectores un 1,5 por ciento y un 2 por ciento, respectivamente. Cabe aclarar que el proyecto de ley establece una escala descendente hasta 2022 hasta llegar a cero.
Los empresarios aseguran que la suba de alícuotas «desalientan la inversión y la generación de empleo y van en detrimento del poder adquisitivo del ciudadano».
En Salta, por cierto, el 80 por ciento de la recaudación propia proviene de ingresos brutos. A su vez, el 75 por ciento de los recursos que maneja el Gobierno provincial tienen origen nacional.