Una palabra suya bastará para sanarnos, el valor de la palabra se perdió en los políticos, hoy parece una utopía en la Argentina y en Salta
Es imprescindible tener presente ese preciado valor, lo que estoy diciendo parecería ser una antigüedad o una obra de arte para lo que no hay museo alguno
El discurso casi siempre va por el carril electoral, o por el camino el camino económico, pero con la gente fuera, siempre fuera de esa ruta.
Ahora el comandante salteño, se subió al trencito electoral para el año que viene, tomando como una acción espectacular de Gobierno, cobrar la atención en salud pública a los extranjeros y los borrachos que sufrieron algún accidente de tránsito. El tema es discutible, pero con la Constitución en la mano, además, henchido de orgullo, festejó igual medida tomada por su gemelo de la Casa Rosada.
Nadie pudiera escandalizarse si es que hubiera debate, pero en Salta no existe. Usted señor, sí, usted ordena y se cumple. Así de simple funciona la cuestión.
Los salteños sí tenemos derecho a indignarnos ¿sabe por qué? por la ausencia de su palabra en temas realmente trascendentes, algunos recientes como la quita de medicamentos para los jubilados, desfinanciación a los discapacitados, remedios oncológicos y otras tantas necesidades que están sufriendo los salteños y los argentinos.
Su palabra fue perdiendo credibilidad y fuerza.
Otro tema importante, no conocemos su postura sobre el proyecto de ley que establece el examen toxicológico a los funcionarios públicos. Desde el Gobernador para abajo, ni una palabra. Su Gobierno está frágil.
Nos damos con un escándalo nacional donde usted sí habló. El proyecto de flexibilización de bosques nativos. Deforestación. 700 mil hectáreas, equivalentes a 7.000 km cuadrados o a 35 superficies de la Ciudad de Buenos Aires, ‘pilita’ va a quedar la Provincia con las sabidas consecuencias.
Pregunto: ¿Usted es consciente de lo que propone, está seguro? Los libertarios dirían que es un degenerado ambiental, así lo señalarían.
Sobre llovido, mojado. Nos enteramos que tenemos un Gobernador rico, muy rico, con propiedades suyas, de sus hijos, joyas, diamantes, oro macizo, sociedades por aquí, por allá, todo en una Salta pobre, qué fastidio que da en los salteños y usted lo sabe.
Salta pobre y esto es obsceno por donde se lo mire. Vale aclarar que las propiedades declaradas no tienen el valor real y tienen fechas sugestivas.
Con su palabra, señor Gobernador, no basta para sanar. Necesitamos acciones concretas, disipar dudas, sospechas, terminar con las fake-news, con las mentiras en las redes. Usted dijo no hace mucho, funcionario que esté señalado, que se presente en la justicia.
Usted Gobernador elegirá el camino correcto, estoy seguro, pero tiene la obligación de explicarnos a todos los salteños esta declaración jurada.
Y para volver a tener credibilidad, si ya en otras provincias se implementó ¿por qué no se aprueba en la Legislatura el examen toxicológico? Para disipar todas las dudas, para que volvamos a pensar en usted como el guía de la Provincia, no estaría nada mal que usted y sus ministros se hagan el examen, se apruebe o no la ley, sería muy importante.
¿Sabe qué Gobernador? Difícil es la pobreza, difícil es tener la panza vacía y tener hambre, te duele el alma, difícil es que se muera un niño por no tener el medicamento o que se mueran los niños por desnutrición.
Gustavo Sáenz, lo eligieron precisamente para gobernar a los salteños, con orden, transparencia y honestidad.
*Por Turi Mangione