Tres policías fueron imputados por el delito de homicidio culposo en perjuicio de Lucas Mercado, tras someterlo a una criminal vejación. El joven clamaba por atención médica pero recibió golpes.
Por los hechos ocurridos el pasado 3 de enero, cuando joven de 20 años atravesaba una severa crisis de salud mental y fue trasladado en un móvil policial hacia la guardia del hospital Miguel Ragone, donde no fue atendido, pero a cambio, recibió una feroz y mortal golpiza a pesar de estar reducido y esposado, fueron imputados tres policías de 39, 44 y 45 años.
Los efectivos fueron acusados como coautores de los delitos de vejaciones agravadas por la violencia y homicidio culposo en concurso real, en la audiencia de imputación contaron con la asistencia de abogados particulares y se abstuvieron de declarar, manifestando que lo harán por escrito.
En una fuerte crisis, Lucas subió de forma voluntaria al móvil policial, pidiendo ser trasladado al hospital de Salud Mental Miguel Ragone, pero el personal de ese nosocomio se negó a atenderlo.
Fue entonces cuando la policía no tuvo mejor idea que someter al joven a actos vejatorios y golpes.
La fiscalía indico que los efectivos “al maniobrar para reducirlo, le habrían producido la muerte por imprudencia y negligencia, al dejarlo durante un prolongado tiempo boca abajo, esposado y en una posición que dificultó la respiración, además sin brindarle auxilio médico, pese al visible estado de excitación que presentaba”.
La familia de Lucas, declaró que al hallarlo sin vida, tenía signos de violencia y golpes. Además, la autopsia se determinó que Lucas falleció por insuficiencia cardiorrespiratoria como consecuencia de edema agudo de pulmón por asfixia mecánica mixta por compresión torácica combinada con sofocación por posición.
Si bien la policía trasladó a Lucas Mercado hasta el hospital de Salud Mental, donde se le negó atención, no buscó una alternativa para salvar su vida en lugar de quitársela con su violento accionar, tampoco buscó trasladarlo hasta el hospital San Bernardo, ubicado a pocas cuadras. En su negligencia criminal ni siquiera requirieron asistencia profesional del SAMEC.
Con estos elementos, la imputación por homicidio culposo, para la cual en caso de que haya una condena puede leve y de ejecución condicional, resulta un accionar llamativo y con tintes indulgentes. La acusación trae a la memoria la letra de la canción “Obediencia debida” de la banda Instrucción Cívica, que titula esta nota.
En la muerte de Lucas se advierte además una acción dolosa por parte del Estado, cuya respuesta a quien requería atención sanitaria de manera urgente, fue una violenta y mortal golpiza por parte de agentes públicos.