El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó el proyecto de Presupuesto 2021 en la Cámara de Diputados y pidió que el debate pueda darse “con seriedad y “de forma civilizada”, al que “la grieta tiene un costo para la vida de la gente”.
Al exponer en el Salón de Pasos Perdidos en el marco de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Guzmán señaló que el presupuesto es un “ancla del esquema integral macroeconómico de transición entre el lugar en el que se encuentra actualmente la economía argentina y el lugar al que la queremos llevar”.
El funcionario sostuvo que la propuesta es marcar un “sendero de sostenibilidad fiscal” en virtud del cual el Estado “use la política fiscal como herramienta contracíclica”.
“Consideramos que discutir con seriedad y de una forma civilizada nos va a hacer bien como país. La discusión incivilizada sobre la base de la grieta tiene un costo para la vida de la gente”, advirtió.
Por otra parte, Guzmán ratificó que las proyecciones de déficit fiscal para el año que viene estipulan una suba del 4,5%. “Este es un nivel que consideramos adecuado en el contexto de las restricciones que enfrentamos para apuntar a una recuperación sostenible y fortalecer la inversión pública en áreas estratégicas; y es compatible con transitar hacia un sendero de estabilidad”, remarcó.
Sobre la política de financiamiento para poder afrontar ese nivel de déficit fiscal que quedó plasmado en el proyecto, Guzmán señaló que el 40% sería con deuda pública y un 60% con recursos del Banco Central.
“No es el mix óptimo, pero es el factible. Lo óptimo sería depender menos del financiamiento monetario en estas condiciones, pero queremos hacer un Presupuesto sobre la base del realismo. Si la realidad resulta ser mejor, nos preservamos cierta flexibilidad”, aseguró el ministro.
Y agregó: “Estamos en el contexto de una pandemia y hay que mantener cierta flexibilidad por si se prolonga más allá de lo que el presupuesto presupone”.
En cuanto al endeudamiento, precisó que el objetivo es que se haga en pesos, “lo que requiere del desarrollo del mercado de capitales local, y no depender del endeudamiento en dólares ni depender de forma estructural del financiamiento del Banco Central”.
En tanto, el titular del Palacio de Hacienda enumeró otras proyecciones macroeconómicas para el año que viene, como un crecimiento del 5,5% del PBI, aumento del consumo privado también del 5,5%, y del 2% del consumo público; un incremento del 10,2% en las exportaciones y del 16,3% en las importaciones; y una inflación interanual del 29%.