El actual presidente del directorio de la Compañía Salteña de Agua y Saneamiento (COSAYSA), Luis María García Salado, manifestó recientemente su espacio radial de Aguas del Norte, que heredaron una deuda superior a los $400 millones.
El titular de Aguas del Norte, no puede evitar la pesada mochila con la que recibió la empresa que presta el servicio más elemental en la Provincia.
Lo paradójico es que además de “heredar” esa deuda de cientos de millones, también recibió una empresa en pésimo estado, con un patrimonio devaluado en cuanto a equipamiento y maquinaria, con una desinversión manifiesta en infraestructura que es una de las razones del mal estado de las calles de Salta Capital, y con empresas satélites formadas de modo irregular para acaparar el presupuesto de la compañía.
Por este cuadro, es que García Salado indicó que fue necesaria una refinanciación para poder enfrentar el pasivo.
Además de esto, indicó que se desconoció la deuda improcedente, es decir los pagos que no correspondían o no podían ser justificados.
Es innegable que Lucio Paz Posse, el expresidente de la empresa, designado por Juan Manuel Urtubey, no tiene un buen antecedente de gestión en la empresa de mayoría accionaria estatal.