En dos años no se conectaron a trabajar por videollamada en ninguna dependencia.
Unos 40 empleados del Senado, que supuestamente eran asesores de los legisladores radicales, nunca se presentaron a trabajar. Se trataba de “ñoquis”, tal como se dice en criollo a la gente puesta en sus cargos para cobrar sin trabajar.
Desde la conducción del Senado afirman que los radicales ya habían sido advertidos que no podían tener personal nombrado sin aparecer por ninguna oficina, ni siquiera las virtuales.
En el bloque radical intentaron esbozar la explicación que puede haber habido algunos empleados que no consiguieron refugio en algún despacho en 2019 y con la pandemia no se preocuparon en siquiera buscarlo.