En 2015, Federico Machado le vendió un avión al actual senador por Salta, Juan Carlos Romero. Así lo informó una investigación de Sebastián Lacunza, publicada en el sitio DiarioAR.
El narco escándalo hizo aparecer datos que tal vez sean anecdóticos pero que de todos modos llaman poderosamente la atención.
Según el articulo mencionado, durante el gobierno de Mauricio Macri, el imperio aeronáutico de «Fred», llegó a vender unas cien aeronaves. Entre sus clientes, además del ex gobernador salteño, aparece el banquero fallecido en el 2020 mientra sobrevolaba el dique Cabra Corral, Jorge Brito, las familias Neuss, Frávega y Bada Vidal, entre otros.
Desde su base en Fort Lauderdale, South Aviation —la empresa de Machado— se codeaba con los grandes nombres de la aviación argentina. Colaboraba con Cielo SA de los Paviotti, importaba modelos Cirrus, y estrechaba lazos con operadores locales como Bayres Fly.
Siempre de acuerdo a la rigurosa nota, en marzo de 2016, Machado emprendió un “road show” político. Acompañado por Javier Naselli (ejecutivo del UBS, ligado al mundo financiero y mediático), visitó gobernadores como Urtubey, Manzur y Weretilneck para ofrecer financiamiento provincial.
Y en Salta, hay otro episodio que arroja luz sobre los vuelos con tintes políticos. Nueve meses antes de que estallara el escándalo de Espert, la diputada nacional y actual candidata Emilia Orozco (La Libertad Avanza) usó un helicóptero propiedad de Carlos Juncosa, ligado a la empresa Flightventure SRL, para moverse por zonas del Chaco salteño.
El costo de vuelo de esos helicópteros va de US$ 780 a US$ 1.500 por hora, lo que encendió alarmas sobre los vínculos entre recursos empresariales con conexiones políticas y el funcionamiento de la logística electoral.