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miércoles, febrero 19, 2025

A la fiesta de Durand la pagamos entre todos

El Intendente capitalino, que desde que asumió se ocupó de privar de asistencia y del pan a los sectores más vulnerables, celebra hoy el cumpleaños de la ciudad de Salta tomándose un vino y con una torta gigante que elaboró la Panadería Social. Al final, parece que no “se acabó la joda”.

Pocas semanas después de asumir, el intendente Emiliano Durand dio inicio a su propio ajuste en el municipio capitalino. Al igual que Nación, afectando a los sectores más vulnerables que asisten a comedores y merenderos de la ciudad. Hoy, precisamente en el cumpleaños 442 de la ciudad de Salta, el municipio celebra con gastos millonarios y sin ningún tipo de vergüenza al respecto.

Durante los últimos días de diciembre, con el argumento de que “se acabó la joda”, Durand resolvió limitar la entrega de pan de la Panadería Social a instituciones educativas, dejando fuera a sectores que, quizás sin un registro formal del pedido, acudían por la que podría ser su única comida del día. “La gente a veces se lo llevaba porque pasa a ser una comida más, para la merienda o una cena con ese pan ¿Está mal hacer eso?”, cuestionó en su momento Emilio Fayón, quien fue presidente de Panadería Social durante la gestión de Bettina Romero.

No conforme con ello, durante los primeros días de enero el Intendente estableció el “Plan de control y regularización para el óptimo funcionamiento de comedores/merenderos ex Programa Unidos”, limitando la asistencia del municipio a lugares de contención social imprescindibles en estos tiempos de crisis. El plan impone requisitos irrisorios como contar con un informe socioambiental elaborado por un trabajador o trabajadora social o presentar fotocopia del DNI y planilla de asistencia con datos de los concurrentes, desconociendo por completo el funcionamiento comedores y merenderos.

Cabe señalar que el control de este plan, según se anunció, estaba a cargo de los “comuneros” cargos que posteriormente, desde la propia Municipalidad, buscaron desestimar.

Desde los mismos comedores y merenderos dieron a conocer más tarde que, pese a cumplir con los requisitos y pese a los anuncios mediáticos, la asistencia por parte del municipio sigue siendo nula.

Así las cosas, con un vino en mano y un megafestival, el intendente Emiliano Durand deja en claro que, para su Gobierno, nunca “se acabó la joda”.

S.D.F.

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