Los pobladores denuncian que la causa de este contagio está en permisos de circulación discriminados que favorecen a familiares y amigos del poder político.
El sábado 10 la localidad de Animaná, del departamento San Carlos, se inscribió en el reporte diario de casos confirmados de COVID-19 de la provincia con su primer residente contagiado.
El primer contagiado de Animaná es un familiar directo del Intendente, Rolando Guaimás. El paciente, además, habría escapado del Hospital Cafayate, donde estaba internado, durante el dia de hoy, para dirigirse a su domicilio.
Oficialmente Animaná cuenta desde el sábado con dos casos. La noticia causo pavor en la localidad, aunque de alguna manera era previsible, sobre todo por la vinculación que este pueblo tiene con Cafayate, una zona caliente, y también por un sistema de permisos de circulación nefasto, según denuncian los vecinos del pueblo.
No son pocos los que denuncian al Intendente y a funcionarios de abusar de viajes a Salta y de conceder permisos a familiares y amigos que realizan el mismo trayecto, sin saberse a ciencia cierta la finalidad de dichos viajes.
Desde este punto de vista, resulta lógico que el primer animanisto residente con COVID sea una persona del círculo íntimo del intendente. El nexo de este contagio sería un familiar del mismo, quien también ha sido confirmado positivo. Esta persona arribó la semana pasado desde Ciudad de Salta y regresó a los pocos días. El nexo del primer contagiado, no es otro que un sobrino del Intendente residente en la ciudad y que viajaba constantantemente a la localidad vallista.
El clima en Animaná y todo el Valle Calchaquí está enrarecido. La opinión pública se endurece a medida que se ventilan informaciones sobre el abandono que hizo el primer contagiado de Animaná del hospital Cafayate, y por las noticias referidas a los permisos de circulación que expide el COE, dirigido por el ejecutivo, personificado en la figura del Asesor Legal del Municipio, Federico Barrientos.
Por ejemplo, se sabe que el intendente viaja una vez por semana a la Ciudad, al igual que otros funcionarios, sin guardar las medidas de prevención que se aplican al resto de los ciudadanos que viajan hacia la Capital.