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sábado, marzo 15, 2025

Asombroso: Mónica Juárez se autopercibe como la “librepensadora que da más dolores de cabezas”

Fiel a su estilo, la diputada provincial intentó “marcar una diferencia” con sus pares del saencismo, atacando sus aportes. Un autentico “dolor de cabeza”.

Desde que asumió su banca, la diputada provincial Mónica Juárez intenta diferenciarse no solo entre la cámara baja, si no también entre sus compañeros de espacio. Esto no sería extraño si se tratara exclusivamente de trabajo, de presentar los mejores proyectos que puedan mejorar la vida de los salteños. Por el contrario, la legisladora musca mostrarse, pero cuestionando a sus pares y desmereciendo la opinión del resto. Ahora se percibe la “libre pensadora del saencismo que más dolores de cabeza da”.

Juárez constantemente busca destacarse en el Recinto, promoviendo una imagen de independencia y autenticidad que, según ella, la distancia de las “viejas mañas” de la política y la coloca en una posición “más elevada” frente a los demás.

Sin embargo, esta postura ha causado fricciones con sus pares, quienes perciben que su actitud no solo está dirigida a cuestionar las propuestas o ideas ajenas, sino también a pisotear sus aportes, restándoles importancia y mérito. Además, en sus intervenciones, no duda en desacreditar el trabajo de los demás.

Es en ese sentido, que volvió a “diferenciarse”, pero desacreditando a un par: esta vez le tocó a Abel Cornejo, asesor jurídico de Gustavo Sáenz, que rechazó el proyecto de juicio por jurado que auspicia el Ejecutivo.

Según Juárez, el ex juez “debe tener poca comunicación con el gobernador o debería renunciar porque no es un libre pensador, sino un empleado del gobierno y a las opiniones personales las debería dar con sus amigos en casa”, dijo a FM Noticias.

Y agregó: “Él no tiene un cargo elegido por el pueblo, entonces si va a reclamar públicamente lo que no le parece o tiene poco dialogo o debe dar esa opinión en su casa, no puede salir a cuestionar a quien le da laburo, es tener códigos y un poco de ética. En el saencismo la mujer que más dolores de cabeza le da al gobernador por ser libre pensadora debo ser yo”.

Con estas actitudes, la diputada intenta reforzar su identidad como una figura “independiente”, pero siempre generando tensiones con otros. Sin embargo, con esta decisión, el debate se ve opacado por confrontaciones personales que, lejos de enriquecer la discusión, generan un clima divisivo y un creciente descontento entre los legisladores del propio espacio.

En definitiva, esta actitud ha hecho que su tan proclamada “libertad de pensamiento” parezca, en muchos casos, una estrategia de competencia desleal en la arena política.

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