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miércoles, febrero 19, 2025

Ataque a la Ley de Salud Mental: Una cuestión de derechos

Entre las voces que se oponen a las modificaciones que el gobierno de Javier Milei busca realizar a la mencionada normativa, habilitando internaciones involuntarias, entre otras reformas, especialistas afirman que el meollo de la cuestión es “la desprotección de derechos”.

Mientras el oficialismo busca apurar los trámites para avanzar con la ley ómnibus, se levantan voces en todo el país frente a las modificaciones que el megaproyecto propone para la Ley de N° 26.657 de Salud Mental, aprobada y promulgada en 2010.

Si bien desde la Asociación Argentina de Psiquiatras expresaron su respaldo al Proyecto de Ley de La Libertad Avanza, aduciendo que la hospitalización “es la medida que brinda la medicina para salvaguardar los derechos y la integridad del sujeto arrasado por la enfermedad mental”, existen quienes se oponen a la reforma que busca autorizar las hospitalizaciones involuntarias y habilitar la creación de nuevos centros de salud mental y neuropsiquiátricos.

Profesionales en la materia afirman que con las modificaciones propuestas se pone en peligro el principio de autonomía y las libertades individuales de las personas que atraviesan problemas de salud mental, ignorando incluso tratados internacionales a los que adhirió el Estado argentino. Alfredo Grande, psiquiatra y psicoanalista, recordó el amplio debate previo a la aprobación de la normativa, “que quedó como una ley kirchnerista”.

“Ahí se produjo una divisoria de aguas”, analizó para luego remarcar que “la ley modificaba la jerarquía, se atacaba la jerarquía médico psiquiátrica”. Sin embargo, consideró que lo central en la discusión “tiene mucho que ver con el espíritu de la ley, el paradigma comunitario reemplazando al individual”.

Precisamente, el especialista señaló que “se insiste en los derechos del paciente” y remarcó que “en el caso de salud mental, los derechos de los pacientes, especialmente los psiquiatrizados e internados, fueron vulnerados groseramente y muchas películas lo relatan, este abuso de posición dominante del psiquiatra”.

“El ataque a la ley no es por la salud mental, creo que el meollo es a la protección de derechos. Estoy convencido de que este nuevo gobierno tiene como objetivo la desprotección de derechos”, concluyó Grande. “La política de derechos humanos tiene varios ‘talones de Aquiles’ porque es prerrogativa del Estado, y depende de quién ocupa ese aparato para que haya protección o desprotección”, agregó afirmando que “Argentina es un país hiperpresidencialista”.

Siguiendo con su análisis, señaló a la salud mental como “un concepto humanista”, y aseveró: “Todo aquello que tenga el aroma de protección de derechos humanos es arrasado, esa es la consigna actual. La ley de salud mental cae en la volteada, como el Ministerio de las Mujeres o el INADI”. Asimismo, afirmó que “la Ley de Salud Mental cuestiona el monopolio psiquiátrico de la salud mental, pero no lo barre”. “La lapicera la tiene el psiquiatra, tampoco le quitaron el poder, lo que perdió es el poder académico”, enfatizó el especialista.

Así las cosas, cuestionó a la dirigencia actual por carecer de autocrítica. “A millones de personas nunca le llegó al democracia, el hambre es un crimen que se sigue ejecutando. Los grandes productores de alimentos son asesinos seriales. El hambre crónico, la falta de vivienda, impacta en la salud mental. La salud mental está absolutamente arrasada. Se busca arrasarla por su núcleo de protección de derechos”, insistió con preocupación.

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