La fotografía de un perrito “caniche toy” con una correa roja, fue la prueba que sirvió en el caso de Jimena Salas para fundamentar la hipótesis más firme que tienen hasta el momento los fiscales penales Pablo Paz y Rodrigo González.
Miralpeix para explicar lo que ocurrió en Vaqueros el 27 de febrero pasado. “La hipótesis más fuerte y que se ratifica con la información del celular es el robo frustrado”, dijo el fiscal Paz.
Según se informó la foto se logró rescatar del celular de la víctima, que había sido destruido en la casa y arrojado sobre la ruta nacional 9, frente a la subcomisaria de Vaqueros. En la escena del crimen se encontraron dos perfiles genéticos, lo que sumado a testimonios permitió realizar los identikits que circulan. A su vez, con una tecnología de punta se pudo reconstruir el celular.
Aparentemente, las cosas ocurrieron así: dos hombres tocaron la puerta de Jimena y le dijeron que tenían un perro extraviado. La mujer accedió a buscar los dueños del animal y tomo una fotografía que inmediatamente subió a Facebook. En ese momento, los dos sospechosos habrían visto cosas de valor en el domicilio. Dejaron el perrito pero luego volvieron e ingresaron violentamente a la casa, lo cual llevo a que Jimena se defienda. Los hombres la asesinaron con más de 40 puñaladas y destruyeron su teléfono celular.
Muchas dudas y preguntas salen a relucir: ¿Por qué tanta saña, al punto de aplicar 44 puñaladas a la mujer? ¿Cómo llegaron a la casa? ¿Quién aportó información? ¿Por qué tanta demora?
Cabe señalar, que se ofrece una recompensa de 500 mil pesos para aquella persona que arrime algún dato certero de los supuestos asesinos.