El gobierno buscaría crear un ente residual hasta que los empleados se jubilen ante indemnizaciones que se calculan cercanas a los 100 millones de dólares. La amenaza alcanza a la TV Pública y a Radio Nacional.
Según trascendió, el gobierno nacional que podría activar un “plan Entel” a fin de llevar adelante el cierre de los medios públicos evitando el pago de indemnizaciones que calculan en alrededor de 100 millones de dólares. Se trata de un ente residual que se crearía tras el cierre de Télam hasta que los empleados se jubilen.
Durante la madrugada del lunes, con un fuerte operativo policial, el Gobierno cumplió su promesa de cerrar la agencia de noticias del Estado, creada hace 78 años. La decisión fue informada a los empleados de Télam -alrededor de 700 en todo el país-, por el interventor de los medios públicos, Diego Chaher, a través de un mail enviado a la madrugada. El funcionario libertario anunció que quedan “dispensados de prestar” servicios por una semana, es decir que no podrán ir a su lugar de trabajo.
Similar fue la maniobra ejecutada por Carlos Menem en el cierre de Entel, la empresa de telecomunicaciones, privatizada y vendida a Telecom y Telefónica.
El sistema de medios públicos, que incluye la TV Pública, Radio Nacional y Télam, tiene alrededor de 3600 empleados, una cifra que los privados consideran insostenible. Milei no quiere pagar las indemnizaciones que podrían ascender a 100 millones de dólares.
Antes de privatizar Entel, Menem creó un ente residual a donde fueron transferidos los trabajadores de mayor antigüedad. Con el tiempo se fueron jubilando y el Estado nunca lo reemplazó. Así, el gobierno evitó pagarles las indemnizaciones.
Mientras tanto, Chaher dejó sin tareas a los 700 empleados de Télam y les impidió volver a la redacción. En el principal sindicato de la agencia creen que el gobierno buscaría aplicar el “plan Entel”. Con esa maniobra la empresa baja casi a cero sus costos operativos y mantiene sólo los salarios. Los libertarios consideran que Télam debe bajar su planta a 80 trabajadores de los 700 actuales para poder ser privatizada.
Cabe remarcar que quien era el interventor adjunto, Diego Marías, renunció días atrás, precisamente antes de que los libertarios comenzaran a aplicar el plan de ejecución que incluyó burlas del vocero oficial. “Saluden a Télam que se va”, escribió Manuel Adorni después de que Milei anunciara el cierre de la empresa.
No fue el único en alejarse. Se sumó a Cristian Sedam, que había sido nombrado en Paka Paka, pero se fue a poco de asumir. Juan Parodi amenazó con renunciar como gerente de programación de la TV Pública, aunque ahora decidió quedarse porque tiene para atar el negocio de la transmisión de los partidos de la Selección con Torneos.
Juan Cruz Ávila, que había dicho que buscaba crear una BBC argentina, también tomó distancia de los libertarios cuando supo que el plan de Milei era el cierre total de los medios públicos.
La Política Online
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