El próximo lunes saldría un decreto que modificaría la alícuota de un 14 a un 10%. Esa fue la rebaja en los impuestos que consiguieron los fabricantes de cerveza industrial por parte del Gobierno.
Cabe recordar que la alícuota se había fijado el año pasado con la ley de reforma tributaria.
Los cerveceros venían manteniendo reuniones con funcionarios del Gobierno por la norma de fines de 2017, que elevaba el gravamen de 8 a 14% (ya en la ley las empresas habían logrado bajarlo desde el 17% original). Por lo que ahora, el incremento consolidado pasará del 8% al 10%, solo subirá dos puntos.
El Gobierno tiene potestad para modificar los impuestos, por un año. Eso es lo que sucede con el champán que, todos los años, consigue un decreto para que le suspendan los impuestos internos que, en realidad, son del 12%.
Lo hacen a cambio de inversiones y esa justamente sería la justificación que encontraría esta vez la administración de Mauricio Macri para concederle a la industria cervecera su pedido. Se espera que, a cambio de la rebaja del impuesto, las fabricantes anuncien desembolsos para mejorar sus plantas.