Un sector del Poder Judicial le restó importancia al discurso que Cristina Kirchner pronunció este juevds ante la Sala I de la Cámara de Casación Penal, en el que descalificó a los jueces y los consideró parte del poder permanente, herederos de la dictadura militar y sostenedores del poder económico.
Jueces y fiscales de los tribunales federales consultados por LA NACION entendieron que el discurso de Cristina Kirchner es una “muestra de impotencia”, una queja a partir de lo que no puede obtener ante la propia Justicia: fallos que le sean favorables.
Se trató de una acusada defendiéndose en una causa propia. En la Corte Suprema de Justicia siguen evitando una confrontación abierta con el Poder Ejecutivo. Prefieren pensar que se trata de un grito de impotencia más que un desafío de uno de los integrantes del Poder Ejecutivo a la cabeza del Poder Judicial.
Algunos jueces de los tribunales de Comodoro Py traducen esta aparente inmovilidad de la Corte como producto de las diversas miradas en el interior del máximo tribunal sobre la dimensión jurídica de la tarea de los jueces y su resignificación política.
En la Cámara de Casación ya se registró el primer impacto tras el discurso de Alberto Fernández en el Congreso: uno de los jueces, Alejandro Slokar, le pidió la renuncia al presidente del cuerpo, Gustavo Hornos, por visitar a Mauricio Macri en la Casa Rosada. Cristina Kirchner ahondó en esas críticas y fue más allá, pidiendo su salida como juez y señalando que sus visitas a la Casa Rosada configurarían un delito. Hornos no piensa renunciar a su cargo. Aunque evalúa la conveniencia de llamar a un plenario para bajar tensiones internas.
Quien si respaldó a Hornos fue Usina de Justicia. En un comunicado firmado por Diana Cohen Agrest, la entidad “repudió el ataque” al juez. “Evidencia la constante persecución a funcionarios independientes y honestos que han intervenido en causas donde se investiga la corrupción estatal, la cual redunda en la vida (y la muerte) de los ciudadanos de a pie”, dijeron.
La expresión repetida por algunos jueces que conversaron con LA NACION es que tanto los discursos del Presidente y su vice, “por ahora, son solo palabras”, que nos se verifican en ningún hecho concreto.
ocurador interino, Eduardo Casal, fue uno de los alcanzados por el discurso de Fernández, quien lo acusó de proteger al fiscal federal Carlos Stornelli. Pero en la cabeza del Ministerio Público Fiscal repiten lo que dijo su jefe en el Senado. El comité evaluador de fiscales –conformado por fiscales de todo el arco ideológico– analizó el caso de Stornelli y no promovió su enjuiciamiento. Se le aplicó una sanción. Y no es cierto que no se investigue a fiscales. De hecho, ahora mismo está en marcha un jury contra uno de ellos, acusado de violación.
El grupo de WhatsApp de los jueces que integran la Asociación de Magistrados estuvo al rojo vivo entre las 10.30 y las 11.30, cuando Cristina Kirchner monopolizó el Zoom de la Casación. Había indignación. Aunque una evaluación posterior, y con la cabeza mas fría, convenció a la entidad de que ya había dado una respuesta al Gobierno con el comunicado emitido tras el discurso del Presidente en el Congreso. Allí expresaron que “la independencia del Poder Judicial es un eje central del sistema de frenos y contrapesos que constituye un estado democrático. Sin ello, no hay República”.
Fuente: La Nación